AMERICA/COLOMBIA - Ante el divorcio existente entre fe y vida, los obispos de Colombia, reunidos en Asamblea Plenaria, se comprometen a reforzar el proceso de Evangelización e Iniciación Cristiana

martes, 13 julio 2004

Bogotá (Agencia Fides) - “¡Hay tantos que se dicen cristianos y no están interesados en el seguimiento de Jesús, el Señor!”, afirman los Obispos colombianos en el mensaje de la LXXVII Asamblea Plenaria del Episcopado, celebrada en Bogota del 5 al 9 de julio en la que los Obispos, precisamente ante este divorcio entre fe y vida, entre lo que se dice creer y lo que se hace en la práctica, han reflexionado sobre la Evangelización e Iniciación cristiana.
El punto de partida- señalan los Obispos - es la identidad profunda del cristiano: ¿Qué significa ser cristiano autentico? “El cristiano es alguien que ha encontrado personalmente a Jesucristo resucitado, ha experimentado su amor y como los primeros cristianos comprende que es testigo del mismo Señor... y miembro activo de la Iglesia”.
Reflexionando sobre la acción evangelizadora de la Iglesia, los Obispos colombianos afirman: “la Evangelización es la invitación a una conversión sencilla y espontánea, permanente y llena de esperanza, por la fuerza del Espíritu Santo” y destacan como esta misión de evangelización es responsabilidad de todos los bautizados, misión que debe realizarse en primer lugar con el testimonio de la propia vida y luego dando razón de nuestra fe “para que el mundo se llene del conocimiento y del amor de Dios”, sabiendo que esta tarea nunca estamos solos, pues “el Señor es el fundamento y certeza de nuestra esperanza”
“Para que la evangelización alcance realmente a cada persona” - continua el Mensaje - “ la Iglesia acompaña a cada ser humano desde los comienzos de su existencia para que, a partir de la gracia del Bautismo, sea llevado a la madurez de sus existencia en Cristo por la Confirmación y alimentado con la Vida del Señor que se entrega a cada uno en la Eucaristía”. Por ello, los Obispos se comprometen a prestar especial atención a la iniciación de los niños, adolescentes y jóvenes que se acercan al Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía; a la preparación de evangelizadores y catequistas que aseguren proceso de renovación de las personas y las familias y a la acción catequística y pastoral con los adultos para que se produzca en ellos una nueva y total conversión al Señor. (RG) (Agencia Fides 13/7/2004 Líneas: 29 Palabras: 391)


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