ASIA/SRI LANKA - Garantizar la libertad de religión y de conciencia: presupuesto irrenunciable para la democracia - El esfuerzo de la Iglesia Católica por mantener el diálogo con los budistas y la batalla contra la ley "anti-conversiones": sí a una Comisión mixta entre estado y comunidades religiosas

sábado, 10 julio 2004

Colombo (Agencia Fides) - No se podrán construir la armonía y la paz en el país, desarrollo y bienestar y una real democracia si no se garantiza a toda persona plena libertad de conciencia y de religión: es cuanto sostiene la Iglesia de Sri Lanka en la delicada fase de la historia política y religiosa del país. Paz y libertad religiosa, afirman la Iglesia ceilandesa, son dos de los valores más altos del vivir civil de la humanidad: el reciente crecimiento del nacionalismo y del fundamentalismo de matriz budista, que ha afectado a minorías religiosas, y el documento presentado en el Parlamento para "prohibir las conversiones" son señales inquietantes que preocupan a todos los hombres de buena voluntad.

El documento de los Obispos
Por ello, los Obispos de Sri Lanka publicaron a finales de junio un documento en que desaprueban "la creación de una ley para prohibir o restringir las conversiones" y piden "a todos los hombres de buena voluntad que se movilicen en favor del libre ejercicio de la libertad de religión y la libertad de conciencia para todos". En el comunicado conjunto, redactado junto con los Obispos de las otras principales Iglesias cristianas en el país, critican el documento titulado “Prohibición de conversiones forzadas”, publicado en el BOE el 18 de mayo pasado y propuesto al Parlamento del País, y otros bocetos de medidas para eliminar las conversiones, en discusión en el Gobierno de Colombo.
Reafirmando que no aceptan "ninguna práctica no ética o cualquiera forma de constricción" para la conversión de un individuo, afirman que aprobar una ley no solucionará el problema: "Al contrario, creará dificultades: además de la seria violación de la libertad religiosa, abrirá el camino hacia la opresión de las religiones menores en el país."

La propuesta de la Iglesia Católica
Preocupada por la posible erosión de la libertad de elección personal y el carácter pluralista del estado, "ambos, pilares esenciales en una moderna sociedad democrática", la Iglesia propone en cambio, la institución de una Comisión mixta ad hoc, con representantes del Gobierno y de los diversas comunidades religiosas para afrontar el problema, analizarlo en profundidad y proponer soluciones alternativas a una medida de ley que sólo impone prohibición, sin considerar la delicada cuestión en sus múltiples implicaciones y en su totalidad.

Una franja de extremistas en el Parlamento
Según los observadores, la aprobación de esta ley es la letra de cambio que el gobierno de Kimaratinga debe pagar a un partido de su coalición: el partido extremista budista Jathika Hela Urumaya (Jhu), formado precisamente al abrigo de las elecciones de una franja fundamentalista de monjes budistas que han logrado conseguir nueve escaños en el Parlamento. Pero ver a los monjes en los edificios institucionales "es un peligroso cruce entre política y religión, que pone en serio peligro la laicidad del estado", señala perplejo un misionero contactado por la Agencia Fides en Colombo.

Budismo y fundamentalismo budista
La militancia política activa de los monjes ha dividido en todo caso al propio mundo budista que, según su filosofía inspiradora, siempre ha predicado la separación de las ocupaciones mundanas para la búsqueda de la armonía interior.
Algunos sectores empapados de nacionalismo no han respetado este principio: han desarrollado desde hace algunos meses una campaña nacionalista que ha producido un aumento del fanatismo y de la intolerancia, desembocando incluso en ataques contra iglesias cristianas. Han elegido además, a candidatos propios en el Parlamento, no respetando, entre otras cosas, las indicaciones de un importante líder del Budismo Theravada (variante mayoritaria en Sri Lanka) muerto hace algunos meses: cuando estaba para morir, exhortó a los monjes a "vivir en los templos y no en los edificios del poder."
la Presidenta Kumaratunga, durante la campaña electoral de los meses pasados, ha cabalgado la posición budista para sacar alguna ventaja política personal de ello. Para recuperar el consenso político, no ha titubeado en jugar el papel de erguirse como valiente bastión de la identidad singalesa y budista del país.

La cuestión religiosa en el proceso de paz
Es un hecho, como afirman acreditadas fuentes de Fides en Sri Lanka, que numerosas comunidades budistas, monasterios y exponentes de relieve, miran con desconfianza el proceso de paz, no quieren hacer concesiones a los tamiles (de religión hindú) quieren preservar una identidad singalés y budista del país y amenazan con convertirse por tanto, en un gran obstáculo para la paz.

El papel de la Iglesia Católica
La Iglesia Católica, por su parte, siempre ha actuado como puente entre el Norte y Sur y continua haciéndolo hoy. Gracias al hecho de tener católicos entre los singaleses y tamiles, ha conseguido, en muchos años de guerra civil, mantener un equilibrio y empujar fuertemente hacia la reconciliación y la paz.
Numerosos institutos, comunidades católicas y misioneros trabajar por curar los traumas psicológicos de la guerra, sobre todo para permitir a los jóvenes y familias de prófugos el superar los traumas padecidos en los años de guerra civil y difundir una cultura de reconciliación a todos los niveles de la sociedad.

Proceso de paz: obstáculos y Constitución
Pero no todos ven el proceso de paz y el despliegue pleno de libertades personales como sería deseable para una reanudación económica y social del país, así como una recuperación de la imagen en el escenario internacional. Muchos están todavía cerrados en la lógica de las barricadas entre dos grupos distintos étnico-religiosos.
La Constitución de Sri Lanka reconoce al Budismo una posición preeminente, pero garantiza el derecho de practicar libremente la propia religión, a los miembros de otras confesiones.
(PA) (Agencia Fides 10/7/2004 Líneas: 84 Palabras: 965)


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