OCEANIA/AUSTRALIA - Sólo una mínima parte de los casos comprobados de abuso de menores irá a juicio.

lunes, 11 octubre 2010

Sydney (Agencia Fides) - El abuso sexual en menores es la emergencia sanitaria más grave a la que se enfrenta Australia, según una declaración que el padre Chris Riley, administrador delegado de la organización australiana Youth Off The Streets que trabaja con jóvenes sin hogar, drogadictos y marginados, ha concedido al periódico australiano The Catholic Weekly. Todas las responsabilidades se descargan sobre los organos legales, pero estos se encuentran bajo asedio y cuestiones como la explotación sexual de los jóvenes trabajadores se extingue en el arco de siete meses. "Los políticos no consideran seriamente la cuestión, continua padre Riley, la comunidad en general no quieren oír hablar de abusos sexuales y las víctimas no siempre muestran signos externos de la violencia que han sufrido. Pero todos los que han sufrido un abuso llevan consigo sufrimientos psicológicos y emocionales durante toda su vida; a menudo comienzan a tomar drogas para superar el miedo a ser víctimas de violencias nuevamente, intentan suicidarse, automutilarse y tienen graves dificultades para confiar en los demás”. Desafortunadamente, la mayoría de los casos no son procesados. Según las últimas estimaciones del Australian Institute of Health and Welfare en el Victorian Children’s Court, de los 6.344 casos de abuso sexual, solo 453 han sido llevados a juicio. (AP) (Agencia Fides 11/10/2010)


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