ASIA/KIRGUISTÁN - Jornada de luto; también las comunidades cristianas colectan ayuda para la población del Uzbekistán

miércoles, 16 junio 2010

Bishkek (Agencia Fides) – “La actual situación parece estar más tranquila. En la plaza central de la capital, en ocasión del día del luto nacional proclamado para la jornada de hoy, se han reunido los ciudadanos para recordar a los muertos de los últimos incidentes. Naturalmente en todo el país está muy presente la impresión de los últimos trágicos eventos y se temen nuevos episodios de violencia”, dice a Fides el Administrador Apostólico de Kirguistán, el jesuita S.E. Mons. Nikolaus Messmer, que resalta que sobre todo para la población musulmana es muy importante la memoria y la oración por sus muertos. El desencadenamiento de la violencia entre kirghizi y minoría uzbeka en los días pasados provocó al menos 170 víctimas y 275 mil prófugos, según las cifras parciales difundidas. En las ciudades más afectadas faltan luz, gas, agua y víveres de primera necesidad.
“No es fácil tener informaciones precisas sobre la situación en las regiones mayormente afectadas, las ciudades Osch y Jalalabad - prosigue el Obispo-. Tampoco se sabe con precisión el número de muertos y heridos entre la población uzbeca, entre ellos existe aún un gran miedo de ulteriores represiones, al punto que prefieren cuidar de sus heridos en casa en vez de llevarlos a los hospitales de la ciudad y enterrar a sus muertos a escondidas”. No son pocos cuantos han pedido ayuda y protección a las estructuras católicas. La Iglesia en Kirguistán, con poco menos de 5 millones de habitantes, cuenta con 5000 fieles, 3 parroquias y 19 iglesias, 6 sacerdotes, 6 religiosos y 4 religiosas.
Tras los recientes incidentes y saqueos de negocios, el gobierno ha pedido ayuda humanitaria a las varias confesiones cristianas presentes en el país: “Nuestros fieles han respondido generosamente al pedido de solidaridad –afirma Mons. Messmer- y hemos podido llevar los primeros auxilios alimenticios para las poblaciones afectadas. El transporte de la ayuda a las ciudades que distan entre 600 y 800 kilómetros de la capital se realizan por vía aérea, teniendo que atravesar zonas de montaña de alta cuota”. Sobre las posibles soluciones de la crisis el Obispo afirma que “al momento se han iniciado coloquios, pero es necesario ver si los resultados podrán ser realizados en el corto plazo. Muy probablemente deberemos esperar los desarrollos de los próximos meses”. (MS) (Agencia Fides 16/06/2010; líneas 27, palabras 393)


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