AMERICA/USA - "La explotación sexual es la principal forma de esclavitud del siglo 21". Videoconferencia en la Embajada americana ante la Santa Sede sobre el tema

jueves, 1 julio 2004

Roma (Agencia Fides) - La explotación sexual es la principal forma de esclavitud del siglo 21 y los Estados Unidos están determinados a combatir, junto a otros países del mundo, este torpe comercio. Es cuánto surgió ayer, 30 de junio, de la vídeoconferencia que tuvo lugar en la Embajada de Estados Unidos ante la Santa Sede, a la que asistió la Agencia Fides.
Conectado con Washington por las embajadas USA ante Italia y la Santa Sede, estaba John R. Miller, director de la oficina para el control y la lucha contra el tráfico de seres humanos del Departamento de Estado americano.
Miller puso de relieve la estrategia americana que consiste, por un lado, en combatir las organizaciones criminales que prosperan en este comercio, y por otro, asistir a las víctimas de la explotación sexual, la mayor parte de ellas mujeres y niños. Sobre este último punto emerge la importancia de la colaboración entre gobiernos y organizaciones no gubernativas, muchas de ellas de inspiración religiosa, para ofrecer a las mujeres y niños implicados, el poder salir del giro infernal de la esclavitud sexual. Sor Eugenia Bonetti Misionera de la Consolación, responsable de las iniciativas contra el tráfico de seres humanos de la Unión de las Superioras Mayores Italianas (USMI), ha referido las actividades de 250 religiosas realizadas en Italia, que trabajan en favor de las mujeres y menores víctimas del tráfico de seres humanos. Sor Eugenia Bonetti ha sido citada en una relación del Departamento del Estado americano sobre la explotación sexual, entre las 6 eminentes personalidades que se afanan en todo el mundo por afrontar con valentía y total abnegación este triste fenómeno.
Además de socorrer a las víctimas y combatir las organizaciones criminales que realizan la explotación de los seres humanos, Estados Unidos han adoptado la política de castigar y educar al cliente de las esclavas sexuales. Comenzó San Francisco y en muchas ciudades americanas, han nacido "escuelas" especiales en las que los clientes son educados en orden a recuperar el sentido correcto de la propia sexualidad.
Represión, educación, ayuda a las víctimas, colaboración entre estados y organizaciones caritativas, nuevas leyes estatales e internacionales para castigar a los responsables de la explotación sexual. Todo esto es importante, pero se tiene también que afrontar de raíz el problema de la pobreza de la que extraen la savia mortal estos tráficos. Es cuanto ha recordado en su intervención Mons. Frank Dewane, del Pontificio Consejo para la Justicia y Paz, quien ha subrayado la necesidad de cancelar la deuda extranjera de los países pobres, fuente de muchos dramas sociales, incluido el del tráfico de seres humanos. (L.M) (Agencia Fides 1/7/2004, Líneas: 34 Palabras: 460)


Compartir: