EUROPA/FRANCIA - Los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC) celebran 150 años. "En el tercer milenio la Iglesia será la mayor fuente de esperanza y vida para las personas": entrevista de la Agencia Fides al Superior General MSC, padre Michael Curran.

viernes, 18 junio 2004

Roma (Agencia Fides) - Animado por una profunda devoción al Sagrado Corazón de Jesús y convencido de que el Corazón humano y divino de Cristo es la manifestación más completa del amor de Dios hacia los hombres, el Padre Jules Chevalier fundó el 8 de diciembre de 1854, los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC), que este año celebran 150 años al servicio del anuncio del Evangelio. En el día de la solemnidad litúrgica del Sagrado Corazón, la Agencia Fides ha dirigido algunas preguntas al Superior general, Padre Michael Curran, sobre las celebraciones jubilares y sobre el empeño misionero del instituto.

¿Con qué iniciativas y sobre que temas se está celebrando el 150° aniversario de fundación?
Hay muchas iniciativas en las Provincias de todo el mundo, demasiado numerosas para recordarlas todas. Ha habido Asambleas para recordar la historia y celebrar este aniversario en la liturgia, con publicaciones, producciones artísticas, peregrinaciones.... También la Curia Generalicia ha programado una serie de iniciativas: tres folletos para reflexionar sobre nuestro carisma, espiritualidad y misión; un libro con los testimonios de unos treinta misioneros representantes de las diversas Provincias. Basándose en los escritos de nuestro Fundador se ha compuesto una novena a Nuestra Señora del Sagrado Corazón que rezaremos como preparación a la solemnidad de la Inmaculada Concepción. Esta fiesta será particularmente solemne en Francia, en Issoudun, dónde hemos nacido: estará presente una delegación de cada una de nuestras Provincias. Además, entre los trabajos artísticos comisionados para este aniversario, tiene especial importancia un cuadro realizado por un artista brasileño, Misionero del Sagrado Corazón, el hermano Anderson Pereira de Sousa, que subraya los temas fundamentales de nuestra historia, espiritualidad y presencia inculturada en 50 países del mundo. Otro hermano alemán, el padre Norbert Becker, ha compuesto un himno jubilar "Let us be the Voice of your Heart". En Australia se realizará un vídeo sobre nuestro Fundador.

La historia de los MSC esta llena, desde el origen, de momentos muy difíciles: incomprensiones, expulsión de algunos Países, confiscación de bienes, muertes por enfermedad o desnutrición, sin contar a los numerosos mártires. Sin embargo el instituto llegó en 1965 a más de 3.000 miembros...
Estos carismas que nacen de vez en cuando en la Iglesia, no se pueden explicar como simples fenómenos humanos. Un carisma es un don del Espíritu Santo. Creo que nuestro Jubileo ha profundizado nuestra conciencia del gran don del Espíritu Santo concedido a nuestro Fundador y a cuantos junto con el han respondido a la llamada de Dios con enorme fe, ánimo, generosidad y entusiasmo. Esos se han visto colmados por la experiencia del amor de Dios hacia el mundo, mostrado a través del Corazón de Jesús, y se han llenado de una profunda experiencia del papel de Maria en la comprensión de este misterio de amor. Nuestro fundador ha atribuido todo en nuestra Sociedad a Nuestra Señora, a su intercesión y su protección hacia nosotros. La honramos con el título de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, precisamente para subrayar los lazos que la unen al Corazón de su Hijo y a Su obra en el mundo.

¿Cuáles son las características espirituales y carismáticas que caracterizan los MSC con respecto de los otros institutos misioneros?
No me gusta mucho compararme a mi mismo o a los MSC con otros. Nuestro carisma es un don del Espíritu Santo en la Iglesia. Es vivido y compartido por la Iglesia como tal, por los fieles. Continuamente lo descubrimos en sus vidas, así como en nuestros propios corazones y en nuestra comunidad. Es una intuición del Corazón de Dios, como se ha revelado en la humanidad de Jesús, en el Evangelio, que evidencia la bondad de Dios por la creación, su compasión por los sufrimientos humanos y su amor por todos los hombres y mujeres, allí donde estén. Nuestro carisma subraya el camino del corazón, nuestra labor en desvelar hoy el misterio del amor de Dios en la vida de Jesús y en nuestro mundo. El camino del corazón es la plena madurez de nuestra humanidad: en los corazones libres del pecado y del egoísmo, en los corazones abiertos a los otros en una solidaridad compasiva con el mundo y con la familia humana. Nuestras Constituciones afirman que "el nuestro es un espíritu de familia y un espíritu de fraternidad, basado en la bondad y comprensión, en el compartir y el perdón recíproco, en la mansedumbre, la humildad y la sencillez, en la hospitalidad y el sentido del humor". Estas son, en pocas palabras, las características de los MSC.

¿Cuáles son hoy los principales campos de acción, los ambientes, los frentes de la misión en que los MSC obran en el mundo?
Desde el principio ha habido una clara distinción entre misión y ministerio. La misión viene expresada por nuestro lema - "Que el Sagrado Corazón de Jesús sea amado en todos los lugares" - y eso significa que pueda ser conocido el amor de Dios por la familia humana y consiga una respuesta de fe y amor por parte del corazón de los hombres. El ministerio es múltiple, en cuantos que los MSC desde el principio han "sido preparados para toda obra buena". El objetivo primario de la misión era la renovación de las Iglesias locales a través de la devoción al Sagrado Corazón. Pero la familia que creció, incluyendo hombres y mujeres, sacerdotes y laicos, ha desarrollado una rica variedad de ministerios en diversos campos como la evangelización de los no cristianos, la educación, la asistencia sanitaria, el trabajo pastoral y de promoción entre los pueblos del mundo.

Al igual que otras muchas otras congregaciones, los MSC ven hoy disminuir sus presencia en Europa mientras crecen las vocaciones en los países considerados hace un tiempo "de misión". ¿Realmente Europa necesita oír de nuevo el anuncio del Evangelio...?
Todo el mundo necesita oír el anuncio del Evangelio con un nuevo impulso, "nuevo en su ardor, nuevo en sus métodos, nuevo en su expresión". Las culturas de los pueblos del mundo están en continuo cambio, padecen metamorfosis y transformaciones. La evangelización es el encuentro entre el Evangelio y los pueblos en la realidad de sus vidas, culturas, emociones y aspiraciones. Europa necesita oír y de escuchar, como Indonesia, como la Iglesia institucional, el Vaticano. El Evangelio llama a los pueblos a la fe y a la conversión, en adhesión a la voluntad salvífica de Dios por su Iglesia y por su mundo. El mundo está saliendo rápidamente del feudalismo medieval, de las constituciones jerárquicas y monárquicas, para ir hacia la democracia. Este movimiento está fundamentalmente en sintonía con el Evangelio, Gospel-friendly, porque reconoce la dignidad y los derechos de las personas y los individuos, sus talentos y su unicidad ante de Dios. La Iglesia, especialmente a través de sus comunidades religiosas y misioneras, ha sostenido y alimentado esta evolución, preparando a las personas a ocupar el puesto que le corresponde en el mundo y en la Iglesia como hijos de Dios.

Los MSC han sido los fundadores de la Iglesia en Oceanía, y fueron de las primeras congregaciones misioneras europeas en acoger aborígenes entre sus miembros. ¿Hay experiencias significativas en el campo del inculturación de la fe?
Los MSC sin duda dan testimonio de la variedad de las culturas entre sus miembros. Allí donde han ido, los misioneros han aprendido la lengua y las costumbres del pueblo, han celebrado con la gente los acontecimientos alegres y tristes, han valorizado sus leyendas y sus cantos, ofrecido una dignidad a sus tradiciones, y han anunciado el Evangelio como palabra que valoriza, ilumina y transforma la vida del pueblo de Dios. Algunos de los misioneros han llegado a ser famosos antropólogos y lingüistas, anotando por primera vez las riquezas culturales y después fundando escuelas para valorizar y difundir estas riquezas. En todas partes, en Europa, en Oceanía, en América, en África y en Asia, los MSC han estado al servicio de la inculturación del Evangelio.

Toda solemnidad jubilar siempre comporta una mirada al futuro: ¿qué caminos tomarán los MSC en el tercer milenio?
El desafío es vivir con autenticidad, ser fieles a la identidad carismática que tenemos como miembros de la familia de Jules Chevalier. El desafío es recorrer los caminos del corazón, ser hombres y mujeres de fe, abiertos, animosos, compasivos y llenos de esperanza. Esto supondrá ser hombres con una profunda vida interior, unidos fraternalmente en nuestro objetivo, en nuestro amor mutuo y en nuestro amor por el mundo entero. Tenemos que mantener vivo el espíritu y la práctica de la comunidad. Tenemos que animarnos mutuamente en el compromiso en proyectos que tengan como objetivo mejorar la vida humana en las pequeñas comunidades de personas en el mundo o en los centros de influencia dónde se toman las decisiones que afectan a la vida de las personas. En el tercer milenio la Iglesia será la fuente mayor de esperanza y vida para la gente. Necesitamos "inculturar" la palabra de Dios, la fe, a través de nuestro diálogo con las personas en todas partes, forjando un lenguaje y unos símbolos que expresen los deseos y aspiraciones de la humanidad. (S.L) (Agencia Fides 18/6/2004; Líneas: 114 Palabras: 1.546)


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