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Seúl (Agencia Fides) - El Movimiento eclesial de los Focolares está produciendo copiosos frutos de evangelización en Corea del Sur. El testimonio ofrecido por los más de 3.700 jóvenes que han celebrado recientemente en Seúl el "Gen Fest" es una prueba de ello, prueba que infunde entusiasmo y vitalidad a toda la Iglesia coreana, en la que los laicos tienen tradicionalmente un papel de auténticos protagonistas en el trabajo pastoral y en la actividad de evangelización.
A 60 años de la fundación, celebrada en diciembre del 2003 en el Vaticano con un encuentro entre Juan Pablo II y Chiara Lubich, el Movimiento de los Focolares conoce una estación floreciente en todo el mundo: en el encuentro, el tercero del género en Corea después del de 1987 y 1993, estaban presentes jóvenes de Corea, Tailandia, Japón, Italia, Alemania y entre ellos había también cristianos de otras confesiones y fieles de otras religiones. El festival ha dado a los jóvenes presentes la oportunidad de profundizar en la relación entre la fe y cuatro temas principales: "Yo mismo", "La familia", "La sociedad", El mundo."
Como ha dicho en un coloquio con la Agencia Fides Mons. Lázaro You Heung Sik, Obispo coadjutor de los Daejeon, cercano a la espiritualidad de los Focolares, los movimientos laicales tienen una gran responsabilidad en la evangelización en Corea. “Hemos centrado nuestra acción en el anuncio de la Palabra de Dios, necesaria para responder a fenómenos como el materialismo, hedonismo, secularización, indiferencia a los valores religiosos. Sentimos la importancia y la exigencia de anunciar el Evangelio a los lejanos. Pero, como dice la Encíclica Evangeli Nuntiandi, se necesitan cristianos auténticos, que vivan el Evangelio en la vida cotidiana: sólo así la vida de todo cristiano será un testimonio y será levadura en la sociedad”. El Obispo señala entre los desafíos para la Iglesia coreana la difusión de sectas religiosas, nuevos movimientos y New Age, tema que estuvo entre los puntos tratados en la pasada reunión de la Conferencia Episcopal coreana, que tuvo lugar el pasado mes de marzo: precisamente para combatir estos fenómenos, el Obispo ha dicho que hay reforzar la espiritualidad laical y el papel activo de los laicos en la misión de la Iglesia.
"La Obra de Maria (denominación oficial del Movimiento de los Focolares) nació con la especial consagración a Dios que Chiara Lubich hizo en Trento a finales de 1943, y desde entonces ha ido creciendo, orientándose al servicio de la unidad en la Iglesia y en el mundo. Con ocasión de la celebración del 60° aniversario de la fundación del Movimiento, en diciembre del 2003, el Santo Padre definió los Focolares como "apóstoles del diálogo, como camino privilegiado para promover la unidad: dentro de la Iglesia, diálogo ecuménico, interreligioso, diálogo con los no creyentes."
(PA) (Agencia Fides 17/6/2004 Líneas: 34 Palabras: 481)
