EUROPA/ITALIA - Dialogo con las culturas y las religiones, sobre todo con el Islam, construcción de la paz, pandemia del Sida, promoción de los valores africanos: objetivos de los Padres Blancos indicados en el Capítulo General que concluye mañana. Entrevista de la Agencia Fides al nuevo Superior general, P. Gérard Chabanon.

martes, 15 junio 2004

Roma (Agencia Fides) - Fundados en 1868 en Argelia por Mons. Charles Lavigerie, entonces Arzobispo de Argel, los Misioneros de África son más conocidos como "Padres Blancos" por el habito que adoptaron. Su fundador quiso que hablaran la lengua de la gente local, comieran la misma comida y vistieran como ellos, a la manera árabe. El 1° de enero del 2004 los Padres Blancos eran 1.769 de 37 nacionalidades, presentes con 316 Comunidades, generalmente pequeñas, internacionales e intercontinentales, en África (24 naciones), Europa (11), América (4), Medio Oriente (2) y Asia (2). El 26° Capítulo general, que concluye mañana en la Casa Generalicia en Roma, ha examinado la actividad realizada, ha formulado las orientaciones para el futuro y ha elegido al nuevo Gobierno general, que dirigirá a los Misioneros de África en los próximos seis años (2004-2010). La Agencia Fides ha dirigido algunas preguntas al nuevo Superior general, el Padre Gérard Chabanon, francés, de 56 años, misionero en Tanzania durante 20 años,.

El Capítulo ha realizado una panorámica sobre la actividad misionera del Instituto. ¿Cuáles son los aspectos más relevantes de vuestro compromiso de evangelización?
Este 26° Capítulo general se sitúa en la dinámica del Capítulo precedente por lo que concierne nuestras orientaciones misioneras. En particular, el compromiso por el diálogo interreligioso y la construcción de la paz, la reconciliación, la justicia y el respeto de la Creación en África y en el mundo africano. Continuaremos viviendo estos compromisos en estrecha comunión con las Iglesias locales, que nos acogen por nuestra colaboración pastoral. Además este Capítulo ha expresado el deseo que se expliciten mejor los fundamentos espirituales de estos compromisos.
¿Qué prioridades emergen para el futuro? ¿Cuáles son las "nuevos frentes" de la misión?
Es verdad que cada día aparecen nuevas situaciones de emergencia. Pero nosotros preferiríamos reforzar en el futuro las comunidades que deben afrontar hoy los grandes desafíos del mundo africano: el encuentro de las culturas y religiones, en particular el Islam, para construir la paz, la pandemia del Sida, los problemas de los emigrantes en Europa y América del Norte, pero también la promoción de los valores africanos.
¿Cuáles son sus sentimientos al asumir el cargo de Superior General?
Mis primera impresión como Superior General de los Misioneros de África es, ante todo, por los numerosos mensajes recibidos por mis hermanos, que formamos una gran familia. Esta familia es muy variada, cada vez más internacional, pero unida por una misma misión común a todos. Al mismo tiempo se advierte la necesidad de una descentralización de nuestras estructuras y nuestro modo de gobernar. Yo también siento que muchos desean avanzar, trabajar de forma más comunitaria, en pequeños equipos. Todo eso tendrá consecuencias en la formación inicial y en la financiación de nuestro apostolado.
Usted ha tenido una larga experiencia misionera en África. ¿De qué modo ha cambiado el trabajo misionero en este continente con respecto a 1868, fecha de fundación de los Padres Blancos?
Desde 1868 África ha cambiada mucho. Desde un punto de vista eclesial la gran evolución concierne a la organización de las Iglesias locales. Los Obispos tienen la responsabilidad primaria de la misión en su diócesis. Ahora nos encontramos frente a estructuras a menudo bien organizadas, frente a un clero, comunidades religiosas, laicos que han asumido sus responsabilidades. Nuestro compromiso se inscribe principalmente en la actualización de nuestro carisma misionero. Muchos Obispos nos piden que les ayudemos al abrirse a la misión universal pero también que estemos presentes allí donde la Iglesia local no tiene todavía medios suficientes. Es el diálogo con las Iglesias locales en fin, el que nos permite discernir los llamamientos del África de hoy. (S.L) (Agencia Fides 15/6/2004; Líneas: 50 Palabras: 654)


Compartir: