ASIA/FILIPINAS - "Eliminar los obstáculos en el camino de la paz": compromiso de intelectuales, estudiantes, líderes civiles y religiosos al Sur de Filipinas

lunes, 14 junio 2004

Zamboanga (Agencia Fides) - “Todos nosotros, sin excepciones ni distinciones, somos víctimas de la falta de paz. Nuestro desafío mayor es eliminar los obstáculos en el camino de la paz, a través del diálogo, la reconciliación, el perdón y la oración a Dios", se lee en el documento final del Simposio Regional sobre la edificación de la paz que se ha tenido hace unos días en Zamboanga City, en la isla de Mindanao, al Sur de Filipinas, en una zona de alta tensión por el conflicto entre las fuerzas del ejército filipino y diversos grupos de rebeldes islámicos en curso desde hace más de veinte años. En el Simposio han tomado parte líderes civiles y religiosos, cristianos y musulmanes, intelectuales, estudiantes, activistas de los derechos humanos que han hablado sobre las modalidades y estrategias para devolver la paz y la armonía social al Sur de Filipinas.
La asamblea ha lanzado un llamamiento por la paz, para construir nuevos lazos de solidaridad en la sociedad: "La violencia nos atenaza de modo tan consistente y difundido que parece algo ordinario. Secuestros, extorsiones, explosiones, asesinatos son ya acontecimientos ordinarios. Prejuicios culturales, manipulación política, pobreza e injusticia, violencia estructural invaden nuestra tierra."
Teniendo en cuenta esta dolorosa situación, los participantes han reexaminado el propio papel en responder al desafío de llevar la paz entre cristianos, musulmanes e indígenas lumads en la isla de Mindanao: "Renovamos nuestro compromiso por la paz - dice el documento - abriéndonos nosotros mismos a la necesidad para comprendernos entre nosotros de un modo cada vez más profundo. Reconozcamos nuestras diferencias culturales y como nuestras historias diferentes han condicionado nuestras relaciones. Para ello, conscientes de haber compartido todos experiencias de miedo y alegría, queremos intentar curar nuestras heridas y ayudarnos a nosotros mismos y a nuestra gente."
"Por ello - concluye el comunicado difundido por la asamblea - nos encomendamos al Omnipotente y Misericordioso Dios, fuente de la vida, dador de la paz, Dios de justicia y amor."
(PA) (Agencia Fides 14/6/2004 Líneas: 27 Palabras: 349)


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