EUROPA/PORTUGAL - "El misionero es la primera tierra de misión: solo siendo fiel a la intimidad con Dios podrá ser el profeta que ayude a descubrir los caminos del Espíritu en el anuncio del Evangelio". Conclusiones y Desafíos de la Misión después del Simposio de Lisboa.

viernes, 11 junio 2004

Lisboa (Agencia Fides) - El Simposio Misionero sobre el tema "Dialogo, Testimonio y Profecía. Para una misión ad gentes en el Tercer Milenio", que ha tenido lugar el 3 y 4 de junio en Lisboa, ha reunido a más de 200 personas. Al término de los trabajos, los participantes han delineado algunas Líneas guías para la misión y han localizado los principales desafíos que la sociedad actual plantea a la Iglesia en Portugal.
Algunas Líneas guía para que la misión continúe siendo incisiva y autorizada son:
1. La historia es la agenda de la misión: en diálogo con la historia, la Iglesia trata de descubrir los caminos para la evangelización. Cada época y cada situación histórica configuran un modelo de misión que corresponde mejor a la realidad del propio tiempo.
2. El tiempo en que vivimos se caracteriza por la globalización y por un movimiento migratorio que provoca una gran interacción de culturas, religiones y situaciones sociales, que la Misión debe tener en cuenta.
3. La polivalencia del concepto de misión es una de las causas del enlentecimiento del compromiso misionero. Es importante aclarar y precisar el concepto específico de misión ad gentes en el contexto más amplio de la evangelización y de la nueva evangelización.
4. La Biblia revela que Dios elige en todo tiempo enviados para anunciar su diseño de salvación de todos los hombres. Dios continúa llamando y enviando misioneros, que acepten ir contracorriente en la sociedad de nuestro tiempo para sembrar vida y esperanza.
5. El origen Trinitario de la misión nos interpela a vivir y testimoniar una espiritualidad misionera concreta. El misionero es la primera tierra de misión y solamente en la fidelidad a la intimidad con Dios podrá ser un profeta que ayude a descubrir los caminos del Espíritu en el anuncio del Evangelio.
6. La teología de la misión, después del Concilio Vaticano II, ha dado particular relieve a las raíces trinitarias y al protagonismo de la Iglesia local en la evangelización.
7. La misionariedad de China es un ejemplo paradigmático de la necesidad de la misión de integrarse en la realidad local y de dialogar con la cultura de acogida.
8. En el nuevo contexto de las migraciones, el diálogo interreligioso es un espacio de la misión sin límites, que nos interpela a la búsqueda de los caminos del Espíritu y de los valores de las otras religiones. El Islam es un desafío particularmente actual.
9. La inculturación es un desafío para la evangelización, porque la Iglesia tiene que introducirse en todas las agrupaciones humanas, empujada por el mismo movimiento que llevó Cristo a encarnarse y a someterse a las condiciones sociales y culturales del hombre con el que vivió.

Llamamientos y Desafíos a los que la Iglesia en Portugal debe prestar particular atención:
1. El Simposio se inserta en el contexto de preparación del Congreso Misionero Nacional 2006, que pretende promover la renovación misionera de la Iglesia portuguesa.
2. Es necesario motivar y movilizar a los responsables diocesanos y los laicos para la preparación y la participación en este Congreso.
3. Que las Iglesias locales asuman un empeño particular en la misión ad gentes.
4. Los "espacios" que interpelan la misión son: minorías étnicas, juventud, cuestiones de justicia, de paz, el mundo de la movilidad, medios de comunicación y otros sectores culturales...
5. El nuevo dinamismo de la misión depende de los laicos, que tienen un espacio propio y único en este proceso de revitalización misionera.
6. En la espiritualidad de la misión emergen algunos desafíos particularmente urgentes como la globalización, la gratuidad evangélica, el testimonio de vida comunitaria, la experiencia de vida en el riesgo y en la inseguridad. (R.Z) (Agencia Fides 11/6/2004; Líneas: 50 Palabras: 655)


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