ASIA - "Los mártires, un don para la Iglesia en Asia": una reflexión del Prof. teólogo José Vidamor Yu

miércoles, 9 junio 2004

Manila (Agencia Fides) - "Los mártires, modelos cristianos luminosos, han mostrado un testimonio de fe y una actuación extraordinaria en orden al crecimiento de la Iglesia en Asia. Los asiáticos elevados recientemente al honor de los altares, han plantado la fe cristiana en el seno de las más antiguas tradiciones y religiones del mundo. Su sangre ha contribuido al crecimiento de la Iglesia. Su martirio ha sido una fuente profunda de "riqueza espiritual y un gran instrumento de evangelización". Afirma el teólogo filipino José Vidamor Yu, Vice Rector al Seminario San Carlo de la archidiócesis de Manila, en su relación con el título "Los mártires recientes de la Iglesia en Asia", presentada en la 29 vídeo-conferencia teológica sobre el tema "El martirio y los testigos de la fe", organizada recientemente por la Congregación para el Clero.
En el texto, enviado a la Agencia Fides, el prof. Vidamor Yu señala que "el nacimiento de la Iglesia en Asia es tan antigua como el nacimiento de la Iglesia misma. La religión cristiana se difundió rápidamente de Jerusalén a Antioquía y luego en Occidente, hasta Roma. El cristianismo alcanzó las costas de la India donde santo Tomás predico y sufrió el martirio. La fe llegó a Armenia y el Evangelio fue predicado por los santos Judas Tadeo y Bartolomé. Gracias a su martirio, Armenia se convirtió en la primera nación que abrazó el cristianismo. La evangelización apostólica de Siria, de las naciones árabes durante el V siglo, de los chinos en el siglo XIII y de la región del Océano Pacífico a partir del siglo XV, ha dado testigos y mártires de la fe cristiana."
Según el teólogo, "los ejemplos de los mártires cristianos, tanto los proclamados por la Iglesia como aquellos que solo Dios conoce, constituyen una inspiración y un estímulo para los misioneros que incansablemente dedican su propia vida a la obra evangelizadora de la Iglesia en Asia. Los misioneros deberían también obtener inspiración de cuantos han vivido la esencia del mensaje cristiano. (...) La vocación al martirio o al testimonio no es sólo un regalo de la persona a Dios, sino también un regalo a la Iglesia y a Asia."
Los mártires asiáticos abren hoy nuevos horizontes para la misión, continúa el texto, recordando las recientes experiencias más significativas: "En India, Gonsaolo Garcia y John de Brito fueron canonizados respectivamente en 1629 y en 1947. Joseph Vaz fue beatificado en 1995. Japón posee a Pablo Miki y sus compañeros, Grazia Hosawaka, LudivicoIbaragi, Michael Kozaki y Takayam Ukon. Corea tiene más de 10.000 mártires y Juan Pablo II canonizó a 103 mártires en Seúl en 1984. Corea honra a Andrew Kim Taegon, un sacerdote coreano junto con Chung Hasang y Kim Hyoim que fueron responsables laicos. Filipinas tienen a Lorenzo Ruiz y sus compañeros y al catequista Pedro Calungsod que fueron beatificados en el 2000. Vietnam tiene más de 130.000 mártires, 117 de ellos canonizados en 1988: Andrew Dung Lac, Phanxico Xavier Can, Vincent Diem, Phaolo Le Bao Tinh, Phero Nguyen Khac Tú y Agnes Le Thi Thanh que fueron beatificados en el 2000. Respecto a China, en el 2000 JuanPablo II canonizó a 120 mártires, entre ellos a 33 misioneros y 87 chinos."
El prof. Vidamor Yu concluye: "El testimonio de los mártires asiáticos ha enseñado a la Iglesia a ser un auténtico testigo del Evangelio. Esto significa que la Iglesia comparte las alegrías y los dolores, las esperanzas, los sufrimientos, los oraciones y las obras de los pueblos asiáticos."
(PA) (Agencia Fides 9/6/2004 Líneas: 41 palabras: 599)


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