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Roma (Agencia Fides) - “La visita del Papa dará un empuje a una nueva evangelización en tierra Suiza" ha afirmado a la Agencia Fides Mons. Kurt Koch, Obispo de Basilea. Suiza y más que nunca Europa tienen verdadera necesidad de una nueva evangelización y la visita del Santo Padre en tierra helvética quedará como una espuela hacia la recuperación de las raíces cristianas de un continente secularizado.
"Todo el país y sobre todo los jóvenes han podido ver cómo el Papa vive en primera persona la fe que profesa" continua Mons. Koch. "Los jóvenes se han entusiasmado frente al Santo Padre en particular cuando con fuerza ha afirmado que la fe no es una ideología sino una verdad que debe vivirse. Y que la fe sea una realidad por vivir, que se debe abrazar en el día a día, es justo lo que los jóvenes necesitaron oír. Solo partiendo de esta fe concreta y experimentada en primera persona, sobre todo por los jóvenes, es como nuestro país podrá vivir y abrazar una nueva evangelización."
Durante la celebración eucarística del domingo 6 de junio hubo más de 70.000 personas, un número enorme que ha impresionado a los mismos organizadores y ha dado a la Iglesia helvética un ulterior estímulo para continuar el camino trazado por el Santo Padre.
"La Iglesia suiza está agradecida al Santo Padre por su visita. El momento de la celebración eucarística ha sido particularmente conmovedor, y ver una muchedumbre tan numerosa de personas acudir para rezar junto al Santo Padre ha consolado nuestros corazones y nos empuja aún más en nuestro compromiso como testigos y en la misión hacia todos".
"No todas las iglesias reformadas presentes en nuestro país han participado en el acontecimiento pero es particularmente significativo el regalo de un nuevo misal que los miembros en la Iglesia vetero-católica de los Altkatholiken han querido entregar al Santo Padre, como signo de su simpatía y cortesía hacia el Papa."
"Por último querría decir una palabra sobre la vitalidad del Papa" concluye Mons. Koch. Me ha impresionado "el hecho de que el Santo Padre, a pesar del sufrimiento físico, está mentalmente completamente lúcido y presente en cada gesto. Cuando los jóvenes lo llamaban, siempre estaba preparado para responder y deseoso de mostrarse cercano a todos. En un cierto momento, un colaborador suyo quiso ayudarle a leer un trozo de su discurso pero, con energía y prontitud, quiso continuar solo, casi como diciendo "¡el Papa soy yo! ". (M.S/P.L.R, Agencia Fides 8/6/2004 - Líneas: 31 Palabras: 436)
