ASIA/AFGANISTAN - Que el valiente testimonio de cinco médicos nos lleve a no rebajar los valores de democracia, paz, desarrollo

jueves, 3 junio 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Junto con la misión de prestar ayuda médica a las poblaciones en peligro, a los enfermos, a los niños, a los débiles, los cinco médicos de la organización "Médicos Sin Fronteras", asesinados en una emboscada en Afganistán noroccidental, tenían también la misión de dar testimonio de las violaciones de los derechos humanos y de la dignidad de la persona a las que asistían diariamente.
Por esto han sido víctimas del fanatismo y el oscurantismo que todavía, en Afganistán y en otros partes del mundo, y que impide a un médico de sexo masculino visitar a una mujer (por una interpretación restrictiva de la prescripción religiosa islámica) y no ve con buenos ojos la presencia de trabajadores humanitarios: estos se transforman a menudo, en testigos incómodos de las torpezas y las violencias realizadas en nombre de una ideología, una religión, o simplemente por la obsesión del poder y el deseo de dominar.
Los cinco valientes médicos que han pagado con la vida su compromiso en Afganistán sabían bien los riesgos que corrían, pero esta conciencia no obstaculizó su misión. Hace tan sólo un mes, tres observadores de las Naciones Unidas fueron matados en la zona nororiental del país.
En nombre de los principios de justicia y solidaridad pusieron a disposición sus competencias y profesionalidad, sus propias vida, en favor de gente que todavía sufre los efectos de un fanatismo religioso difícil de desarraigar. Los talibanes habían sido alejados del poder, pero muchas de las prácticas sociales del Afganistán de hoy, están todavía ligadas a aquella concepción de la sociedad que hace de la ley islámica, interpretada en clave fundamentalista, una regla civil, penalizando fuertemente la libertad y los derechos de las mujeres. Es precisamente esta misma clave fundamentalista la que elimina el valor de la persona y desemboca así en el terrorismo que se extiende hoy por el planeta.
Los voluntarios de "Médicos Sin Fronteras", muertos por la valentía en testimoniar los valores en los que creían, constituyen hoy para todos nosotros un ejemplo de coherencia y dedicación. Que su testimonio nos empuje aún más fuertemente a no rebajar o traicionar los ideales de democracia, solidaridad, paz, justicia, desarrollo humano por los que ellos han dado la vida. (AP) (Agencia Fides 3/6/2004 Líneas: 29 Palabras: 392)


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