VATICANO - El Papa en el Regina Cæli: "Conformados por el Espíritu a Cristo hombre nuevo, los creyentes se convierten en sus testigos, sembradores de esperanza, operadores de misericordia y de paz."

lunes, 31 mayo 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "La Iglesia está hoy en fiesta por la solemnidad de Pentecostés, que recuerda la prodigiosa efusión del Espíritu Santo sobre Maria y los Apóstoles en el Cenáculo": con estas palabras comenzó el Santo Padre, Juan Pablo II, su discurso antes del rezo de la Regina Cæli el domingo 30 de mayo. "Cincuenta días después de la Pascua se realizó cuanto Cristo había prometido a los discípulos: esto es, que recibirían un bautismo en el Espíritu Santo y serían revestidos de la potencia de lo alto, para tener la fuerza de anunciar el Evangelio a todas las naciones. Animados por el fuego del Espíritu, los Apóstoles salieron del Cenáculo y empezaron a hablar de Cristo, muerto y resucitado, a los fieles venidos a Jerusalén de todas partes, y cada uno les oía hablar en su propia lengua nativa."
El Papa recordó después que con Pentecostés "nace la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo esparcido por el mundo. Ella está compuesta por hombres y mujeres de toda raza y cultura, convocadas en la fe y en el amor a la Santísima Trinidad, para ser signo e instrumento de la unidad de todo el género humano. Conformados por el Espíritu a Cristo hombre nuevo, los creyentes se convierten en sus testigos, sembradores de esperanza, operadores de misericordia y de paz." Por último, el Santo Padre invocó a Maria Santísima a la que contemplamos en el Cenáculo mientras recibe con los Apóstoles y los discípulos el don del Espíritu Santo, "para que se renueven en la Iglesia los prodigios de Pentecostés y todos los hombres puedan acoger el feliz anuncio de la salvación". (S.L) (Agencia Fides 31/5/2004 - Líneas: 22 palabras: 306)


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