ASIA/FILIPINAS - Violencia, pobreza discriminación: cuestiones pendientes para la paz en Mindanao - Manifiesto de cristianos, musulmanes e indígenas comprometidos en el diálogo

sábado, 29 mayo 2004

Zamboanga (Agencia Fides) - Discriminación, pobreza, injusticia social, erosión de los valores morales, violencia: son los principales obstáculos para la paz en el Sur de Filipinas, en la isla de Mindanao.
Lo han afirmado en un "Manifiesto", los participantes en un seminario realizado en Zambonaga, del 23 al 29 de mayo, con el título "Iniciativas, historias, experiencias de diálogo y paz en Mindanao", organizado por el Movimiento para el diálogo islámico-cristiano Silsilah (que significa "cadena"). Los participantes fueron intelectuales, trabajadores pastorales, miembros de organizaciones no gubernativas, en una asamblea formada por cristianos, musulmanes, e indígenas lumads, interesados e implicados en iniciativas de diálogo y paz en la isla de Mindanao. Ellos han afirmado que Mindanao es considerada como tierra de conflicto, pero a menudo no se escuchan las pequeñas o grandes actividades para crear reconciliación y paz pasan.
El "Manifiesto" señala los problemas principales que se deben afrontar con urgencia para devolver la paz a Mindanao:
- recíproca discriminación entre musulmanes, cristianos y lumads;
- pobreza deshumanizante y erosión de los valores morales;
- militarización y violación de los derechos humanos;
- falta de voluntad política por parte del pueblo y de los líderes;
- desigual distribución de la riqueza nacional;
- falta de comprensión sobre las históricas cuestiones de la posesión de la tierra.
La asamblea, partiendo de la conciencia del respeto de las creencias, pero en la certeza de la misma identidad, ha lanzado un llamamiento a todos los hombres de buena voluntad, pidiendo a cada uno:
- tener un diálogo más profundo con Dios y nutrir el espíritu por medio de la oración;
- ser fieles a la propia identidad para descubrir el sentido auténtico de la vida;
- desarrollar la hospitalidad para aprender a reconocer la presencia de Dios en el prójimo, en las personas de otra religión y cultura;
- ser portadores de reconciliación y paz para llevar a una transformación social.
El Movimiento para el diálogo islámico-cristiano Silsilah, ha celebrado recientemente el 20° aniversario de su nacimiento, que tuvo lugar en 1984 en Zamboanga City, en el extremo Sur de Filipinas, en la isla de Mindanao, dónde viven más de 5 millones de musulmanes.
Fue el padre Sebastián D’Ambra, misionero del Pontificio Instituto Misiones Extranjeras (PIME) quien dio vida, junto con algunos musulmanes, al “Pobaldo de la armonía”, asentado en la periferia de la ciudad de Zamboanga, lugar dónde conviven cristianos y musulmanes, familias, religiosos, consagrados y laicos. La comunidad dedica sus actividades a cultivar y profundizar el diálogo islámico-cristiano y a difundir un mensaje de paz y tolerancia a través del testimonio de vida.
El Movimiento Silsilah y el instituto cultural anexo son hoy un punto de referencia para jóvenes, universitarios, familias que vienen periódicamente a la aldea para vivir una experiencia de formación.
(PA) (Agencia Fides 29/05/2004 Líneas: 41 Palabras: 484)


Compartir: