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Manila (Agencia Fides) - “Todo recurso por eventuales fraudes electorales debe ser presentado en las oportunas sedes legales, y no con manifestaciones en la calle”: es el llamamiento lanzado el 23 de mayo por Su Exc. Mons. Fernando Capalla, Arzobispo de Davao y Presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, mientras circulan en el país voces insistentes de protestas públicas para denegar los resultados de las elecciones.
"Si se han producido irregularidades o violaciones de la ley, de cualquier género y a cualquier nivel, el modo de pedir justicia, en un sistema democrático, es seguir los caminos previstos por la ley, y no lanzarse a la calle", ha dicho el Arzobispo en un comunicado.
Mientras en Filipinas continua la contabilización de los votos y se esperan los resultados definitivos de las elecciones presidenciales del 10 de mayo, algunos movimientos y grupos están denunciando fraudes electorales. El grupo "Patriots" afirma tener pruebas de fraudes sistemáticos, con testigos y documentos.
El Arzobispo ha dicho, dirigiéndose a los fieles y a todos los ciudadanos: "Exhorto a cada uno de vosotros a seguir rezando humildemente y haciendo los sacrificios necesarios para que la contabilidad de los votos sea correcta, pacífica, transparente y rápida."
Mons. Capalla ha expresado confianza y apoyo en el National Movement for Free Election, subrayando que el Movimiento está apoyado oficialmente por la Iglesia y que numerosos sacerdotes, religiosas y voluntarios católicos han tomado parte en el movimiento y en sus actividades. "El Dios bendiga y guíe a nuestros líderes y nos consiga el don de la paz", concluye el Arzobispo.
El candidato de la oposición Fernando Poe Jr, que según los sondeos tiene una separación de de un 3-4% con respecto a la presidente saliente Arroyo (el escrutinio ha llegado a cerca del 60% de los votos) ha amenazado con convocar un nuevo "People Power", la gran manifestación popular no-violenta que en 1986 destituyó al dictador Marcos y que en el 2001 obligó a la dimisión al entonces presidente Joseph Estrada, llevando al gobierno a Gloria Macapagal Arroyo. Por encima de su popularidad personal, Fernando Poe puede contar hoy con el apoyo político de Estrada y de la parte del electorado a él cercana, compuesta por las clases sociales más pobres y menos favorecidas. Tiene garantizado el apoyo económico por el magnate Eduardo Cojuangco junior, estrechamente compromiso con la dictadura Marcos y uno de los más controvertidos y poderosos personajes filipinos.
Según los observadores, Arroyo está en ventaja porque tiene de su parte el apoyo de la Iglesia, de la grandes finanzas filipinas, de los medios de comunicación. Arroyo ha puesto en guardia a sus opositores por desencadenar desórdenes y sediciones, desaconsejando a la población que sigua comportamientos “hostiles a la democracia”. Según la Constitución, es la Corte Supremo quien tener el poder de controlar, legitimar o invalidar a la elección de un Presidente y vicepresidente de la República. (PA) (Agencia Fides 24/05/2004 Líneas: 40 Palabras: 509)
