ASIA/CINA - Las Cartas pastorales de los Obispos chinos para la Cuaresma 2009 exhortan a la auténtica conversión y a la caridad cristiana, sobre todo hacia los emigrantes en paro

jueves, 5 marzo 2009

Pekín (Agencia Fides) – Desde Shanghai a Qi Qi Ha Er, los Obispos chinos han publicado las Cartas pastorales para la Cuaresma 2009 exhortando a los fieles a la auténtica conversión, a la caridad cristiana, al perdón y la atención hacia los trabajadores emigrantes, sobre todo aquellos que están en paro.
Saludando a sus fieles deseándoles la Paz del Señor Nuestro Jesucristo, Su Exc. Mons. Wei Jing Yi, Obispo de la diócesis de Qi Qi Ha Er, ha recordado que "la Cuaresma es el tiempo de la conversión y del sacrificio, para preparar nuestro corazón en la espera del tiempo del Misterio Pascual junto a Nuestro Señor Jesucristo, muerto y resucitado". Este camino nos pide "superarnos siempre a nosotros mismos, imitando a Cristo y conformando la vida de modo que sea digna de los hijos de Dios. Ésta es la transformación del mundo hacia Dios, es una transformación radical de la vida". "Quizás no somos capaces de ello como los santos…. pero siempre podemos comenzar en la vida cotidiana que nos ofrece mil posibilidades para imitar a Cristo". Por ejemplo: perdonar y acoger con caridad a quién nos ofende. "Es también un modo de reconciliarse con el Señor, de volverle al Señor" porque "Él sigue llamándonos y nos conduce a salir del desierto lleno de peligros para llegar a la tierra prometida". Por tanto "dejémonos conducirnos por Él - que es el Camino, la Verdad y la Vida - para afrontar toda tentación y desafío".
Su Exc. Mons. Ignazio Jin Lu Xian, Obispo de la Diócesis de Sangay exhorta a la máxima atención respecto a los trabajadores emigrantes en paro en la actual crisis económica, en su Carta Pastoral de Cuaresma 2009 titulada "Jesucristo Señor, fortifica nuestra fe, incrementa nuestro amor". Siendo Shanghai una metrópoli económica y financiera, Mons. Jin anima a sus fieles a ejercer la caridad cristiana. Los sacerdotes, las religiosas y los fieles, imitando al Buen Samaritano, deben salir al encuentro de los emigrantes en paro tratándolos "con paciencia, cuidado y amor….. abriendo su corazón con nuestro amor". "Si fuera un católico ocurriera, aún mejor, porque querría decir que por fin podrá practicar la vida religiosa dentro de la familia eclesial". Además el Obispo ha subrayado que el motivo de esta obra de caridad no convertir a los otros, sino que su fundamento está sencillamente en el hecho de que “somos cristianos que llevan el amor". "Estoy convencido de que ellos se plantean preguntas sobre la vida, sobre el sentido y sobre el valor de la vida, más allá de la vida y de la religión, de forma espontánea". A este respecto, “podemos ofrecerles leer los libros católicos, el Catecismo, la Biblia". El anciano Obispo de Sangay de 92 años ha invitado también a su Auxiliar y los 6 decanatos a promover esta misión de caridad. (NZ) (Agencia Fides 05/03/2009)


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