AMERICA/ANTILLAS - Carta Pastoral del Arzobispo de Saint-Pierre et Fort de France ante la huelga general: “Nadie puede permanecer sordo a este clamor que sale del pueblo y que espera una respuesta urgente”

miércoles, 4 marzo 2009

Martinica (Agencia Fides) - “La huelga que paraliza desde hace varios días la Martinica no puede dejar a ninguno indiferente porque muestra un profundo malestar, mucho sufrimiento y perdida” afirma Mons. Michel Méranville, Arzobispo de Saint-Pierre et Fort de France, en una Carta Pastoral emitida con motivo de la huelga general que paraliza el país desde el pasado 5 de febrero. Huelga que continua esta semana mientras que las negociaciones siguen su curso entre las autoridades y un Colectivo de asociaciones sindicales y ciudadanas. Las negociaciones fueron suspendidas el 25 de febrero, a raíz de confrontaciones entre grupos de jóvenes y las fuerzas del orden y se reanudaron el día 26. La huelga general fue convocada por varias centrales sindicales para protestar contra el alto costo de la vida y los efectos de la política neoliberal. La población movilizada reclamaba la reducción de los precios de los productos de consumo corriente, la reducción de las tarifas de los servicios (agua, electricidad, gas, teléfono...), el aumento de sueldos, el derecho a vivir y trabajar en Martinica, un sistema de salud y educación verdaderamente al servicio de la población.
Según el Arzobispo esta huelga era predecible por el insoportable aumento del costo de la vida. Por ello, la huelga “es el grito de revuelta” de los propios martinicos que quieren que cambie esta situación. “Nadie puede permanecer sordo a este clamor que sale del pueblo y que espera una respuesta urgente”.
Además, según denuncia el Arzobispo, junto a esto se han realizado declaraciones inadmisibles que “han reabierto las heridas no cicatrizadas que dejó la esclavitud, han despertado los espectros del racismo y del apartheid y han provocado cólera e indignación”. Por ello, la iglesia Católica de Martinica, denuncia a través de su Arzobispo, estas declaraciones a la vez que recuerda que “la dignidad del hombre no depende del grado de su pigmentación ni de su piel”, pues todos forman parte de “la gran familia humana, rica en su diversidad, hijos e hijas de un mismo Padre”. Sea cual sea sus creencias y convicciones o su condición social – continua el Arzobispo - “todos están obligados a entenderse si quieren alcanzar el objetivo fijado que es el de mejorar su condición de vida”.
“La huelga – continua el texto – ha dado a todos los actores de la vida social, económica, política, la oportunidad de sentarse en trono a una mesa para discutir y negociar”, lo cual según el Arzobispo “es un acontecimientos extremadamente positivo y memorable”.
Mons. Méranville lanza a continuación un llamamiento a todas las personas de buena voluntad a movilizarse para encontrar de forma rápida una salida a la crisis que sea aceptable para todos, a mantener la calma y sobre todo a “dejar hablar en sus corazones la voz de la sabiduría y de la generosidad”. (RG) (Agencia Fides 4/3/2009)


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