ASIA/PAKISTAN - La Iglesia continua en el proceso contra los culpables del homicidio de Anjum Javed, a pesar de las presiones de los grupos fundamentalistas - Habla a Fides Mons. Lawrence Saldanha, Presidente de los Obispos pakistaníes

sábado, 22 mayo 2004

Lahore (Agencia Fides) - Continuar en la acción legal, sin ceder a las presiones de los fundamentalistas, sustentar la familia de la víctima, rezart: son las líneas de acción de la Iglesia pakistaní sobre el doloroso caso de Anjum Javed, el chico católico de 19 años torturado por algunos fanáticos por no haber querido renegar de su fe que murió el 2 de mayo en el hospital en Faisalabad a causa de las graves lesiones recibidas. En un coloquio con la Agencia Fides, Mons. Lawrence Saldanha, Presidente de la Conferencia Episcopal del Pakistán, habla sobre como está la situación.
Continuamos con la acción legal. Ya ha sido arrestado un hombre y otros dos han sido interrogados. A la vez, hay presiones de grupos fundamentalistas a la familia de Javed para que cancelen la denuncia, pero no cederemos a estas presiones. La Iglesia apoyará a la familia de Anjum para que el procedimiento legal en el tribunal continué adelante y los culpables sean castigados según la ley."
El Arzobispo informa que "la Comisión Justicia y Paz ha hecho público el caso a nivel nacional e internacional y a algunas organizaciones en defensa de los derechos humanos están enviadno cartas al presidente de Pakistán Musharraf para que tome contramedidas adecuadas contra los grupos extremistas y la intolerancia religiosa."
"Javed - Mons subraya. Saldanha - murió por su fe, no quiso abandonar su credo, incluso bajo tortura. Hay pues elementos para definirlo como 'mártir'. En la comunidad cristiana en Pakistán hay una creciente inseguridad y temor, también por las posibles reacciones a cuánto está ocurriendo en Irak y Oriente Medio. Rezamos para que los cristianos en Pakistán no sufran violencias y puedan vivir en paz."
Fuentes de Fides dicen que el padre de Anjum, Pervez Masih, visiblemente turbado y asustado, ha declarado "no sé por qué han matado a mi hijo. Sólo nos golpean porque somos seguidores de Cristo". La familia de Anjum, campesinos de Quetta, para poder seguir el caso, ha tenido que dejar su cosecha de trigo, y ha se ha visto fuertemente perjudicada económicamente. La Iglesia pakistaní se está movilizando para ofrecer ayudas económicas a la familia y el abogado, Tahir Khalil, ofrece su asitencia legal gratuita. Anjum era el tercero de seis hijos.
Una fuerte condena del homicidio también ha llegado a Fides de Shahbaz Golpeado, líder del All Pakistán Minorities Alliance, quien ha declarado: Se trata de un acto brutal y barbárico, que debe ser condenado a todos los niveles por quien quiere la paz. Pedimos una intervención inmediata del Presidente Musharraf y apelamos a las más altas autoridades para que sean arrestados los culpables. El Gobierno tiene el deber de proteger la vida y las propiedades de las comunidades religiosas en minoría y extirpar en su raíz los elementos que crean anarquía y perjudican al país. Pedimos que el caso sea tratado por el tribunal anti-terrorismo, con un proceso justo y veloz."
Según los médicos que atendieron a Javed en el hospital antes de la muerte, el chico fue ampliamente torturado, con 26 heridas en todo el cuerpo: quemaduras provocadas por hierros al rojo vivo, uñas arrancadas, descargas eléctricas en los tímpanos, golpes sobre el hígado y sobre los riñones, un brazo fracturado, numerosas contusiones. El chico, que orinaba sangre y pus, fue sometido a un tratamiento de diálisis intensiva, pero murió como consecuencia de un bloqueo renal.
Las presiones de fundamentalistas han llegado a amenazar a los médicos con actos intimidadores o con intentos de corrupción para que cambiaran el parte médico sobre las torturas.
El clima de amenazas de los fundamentalistas parece también cubrir con una sombra el mundo de los medios de comunicación locales: alguno medios de comunicación pakistaníes, en un primer momento, no dieron espacio al acontecimiento, tan sólo hablaron de ello después de que el caso de Javed hubiera asumido relevancia nacional e internacional.
La Primera Relación de Información sobre la violencia padecida por Anjum fue entregada a la Policía el 26 de abril, presentada por el padre del chico y el abogado de familia. El 2 de mayo fue detenido Ghulam Rasool, maestro en el madrasa Jamia Hassan Bin Murtaza, cerca de Toba Teca Sing, dónde fue torturado Anjum durante cinco días. El 12 de mayo otros dos sospechosos cómplices fueron detenidos. El rector del madrasa Ghulam Murtaza Shah, identificado por el joven como uno de sus verdugos, está todavía libre. Pero las autoridades son reacias a llevarlo a la cárcel por temor a desórdenes que pudieran cebar los grupos fundamentalistas islámicos.
Anjum Javed, de 19 años, originario de Quetta, murió el 2 de mayo pasado en el hospital de Faisalabad.. El 17 de abril pasado se paró a Toba Teca Singh, 310 Km. al sur de Islamabad. Un maestro y algunos estudiantes del Jamia Hassan bin Almurtaza, una escuela religiosa islámica cercana, lo capturaron. Durante 5 días fue torturado hasta que sus condiciones fueron tan graves que sus mismos verdugos lo llevaron a una estación de policía, afirmando que el joven fue sorprendido robando. La policía lo condujo al hospital, dónde el joven murió por las graves lesiones que había recibido. Los funerales se celebraron el 3 de mayo por Mons, Joseph Coutts, Obispo de Faisalabad, en la Iglesia del Sagrado Corazón en Gojra.
En Pakistán, de una población de 155 millones de personas, los musulmanes son el 97%, en su mayoría sunita, con el 20% de chiítas. Los cristianos son el 2,5%, de los cuales 1,2 millones son católicos. (PA) (Agencia Fides 22/5/2004 Líneas: 66 Palabras: 948)


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