AFRICA/CONGO RD - "Fuerzas oscuras utilizan las frustraciones étnicas para adueñarse de los recursos del territorio" afirma el Cardenal Etsou, Arzobispo de Kinshasa, en un documento sobre las guerras de la región de los Grandes Lagos.

sábado, 22 mayo 2004

Kinshasa (Agencia Fides) - "África post colonial se ha transformado, después de surgir el sol de las independencias, en un vasto teatro caracterizado por una violencia inaudita que no deja de sembrar la muerte y la desolación". Con estas palabras introduce el Cardenal Frédéric Etsou, Arzobispo de Kinshasa y Presidente de la Conferencia Episcopal Nacional de Congo (CENCO), un análisis detallado de las guerras que afligen la región de los Grandes Lagos en el corazón de África, en un documento enviado al encuentro "Desarrollo económico y social de África en una era de globalización", organizada por el Pontificio Consejo por la Justicia y la Paz (ver Fides el 21 de mayo de 2004).
La región de los Grandes Lagos comprende la República Democrática de Congo (RDC), Rwanda y Burundi, países afectados desde hace años por conflictos que han provocado millones de muertos.
Según el Cardenal Etsou, las razones principales de estas guerras son económicas: "Esta región es un granero económico que rebosa de abundantes recursos naturales. Entre estos, está el agua, considerada hoy como "el oro azul" y cuya explotación inteligente podría encaminar a un notable desarrollo económico". La región es efectivamente rica en agua por la presencia del río Congo, de numerosos lagos y de los manantiales del Nilo.
Además del agua, el Cardenal señala la presencia de notables recursos mineros: "oro, cobre, diamantes, coltan, etc… de los que se puede comprender la importancia para la economía mundial". El Cardenal también señala "el descubrimiento del petróleo cuyo nivel de reserva, según los especialistas, podría ser igual al de los países árabes". Entre las otras riquezas de la región, el Cardenal cita la agricultura y las selvas, ricas en madera preciosa.
Frente a la abundancia de los recursos presentes, el Cardenal afirma que "la dimensión económica de conflictos armados en la región de los Grandes Lagos es innegable. Hay ramificaciones de los conflictos locales que llegan a grandes potencias mundiales y a algunas empresas influyentes en el mundo económico. Considerando el arsenal de arma de guerra que tienen en dotación las partes en conflicto y las uniones ocultas de que disponen en algunos ambientes, es impensable que el desencadenamiento de estos conflictos esté solo provocado por intereses locales."
El Cardenal afirma que "fuerzas oscuras que tratan de explotar los recursos de la región, utilizan las frustraciones étnicas y su corolario, la pobreza, para alimentar los conflictos. Atizan el odio étnico para prender fuego al polvo, quedando a la sombra. La manipulación es un arma temible. Desempeña un papel nocivo en la formación de las milicias que matan, saquean, roban y violan. Los autores de estas manipulaciones son con frecuencia, los autoproclamados líderes étnicos que tienen relación con los aparatos estatales de los países cercanos". "Los señores de la guerra" - según el Cardenal Etsou - están cegados por la fácil ganancia. En lugar de buscar el bien común, quieren enriquecerse tomando el atajo de la violencia."
"La Iglesia toma parte en las tentativas de pacificación y reconciliación en conformidad con su misión evangelizadora" afirma al purpurado. Los esfuerzos de la Iglesia consisten en la participación en las negociaciones políticas, en los llamamientos realizados por los Obispos de la región a las poblaciones locales y a la comunidad internacional, y sobre todo en promover una verdadera cultura del perdón. (L.M) (agencia Fides 22/5/2004 Líneas: 45 palabras: 584)


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