VATICANO - "África no está a la deriva": mensaje del Convenio promovido por el Pontificio Consejo Justicia y Paz dedicado al desarrollo del continente africano

viernes, 21 mayo 2004

Roma (Agencia Fides) - "África no es un continente a la deriva" es el mensaje lanzado en el encuentro "El desarrollo económico y social de África en la era de la globalización", promovido por el Pontificio Consejo Justicia y la Paz, que se desarrolla hoy, 21 de mayo en Roma. "Este encuentro se coloca en plena sintonía espiritual con las preocupaciones del Santo Padre, que en muchas ocasiones, ha dirigido apremiantes llamamientos a no olvidar África" ha dicho en su discurso de abertura, Su Eminencia el Cardenal Renato Raffaele Martino, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y la Paz. "Nuestro Congreso tendrá que ser sobre todo un acontecimiento de esperanza, solicitando respuestas adecuadas a tres cuestiones de fondo que pesan fuertemente sobre el continente africano: conflictos armados, enfermedades endémicas, pobreza" ha afirmado al Cardenal Martino.
"África no es un continente inmovible, sino en camino" ha dicho Su Excelencia, Mons. Giovanni Lajolo, Secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, quien ha recordado la atención privilegiada del Papa Juan Pablo II hacia el continetenafricano. Mons Lajolo ha subrayado el papel del Santa Sede en promover un sistema económico internacional que tenga en cuenta las exigencias de África y ha recordado el empeño de la Iglesia católica por el desarrollo humano y social del continente
"La Iglesia en África trabaja por promover la paz de varios modos" dice a la agencia Fides Su Eminencia el Cardenal Christian Wighan Tumi, Arzobispo de Douala en Camerún, que participa en el Congreso. "Querría recordar en primer lugar, la constitución de Comisiones para la Justicia y la Paz por parte de numerosas diócesis y parroquias africanas. Estas comisiones desarrollan un papel importante en promover la cultura de la paz y la reconciliación. En según lugar, dónde hay guerra, la Iglesia trabaja en primera persona por promover el diálogo entre las partes en conflicto. En tercer lugar, la Iglesia aporta una contribución decisiva para solucionar aquellos problemas que están en la base de los conflictos: pobreza, enfermedades, injusticias sociales”.
El Cardenal Tumi también recuerda los frutos aportados por el Sínodo africano del 1994: “en mis visitas pastorales he constatado personalmente como los documentos post-sinodales son difundidos en las parroquias y son estudiados con atención, especialmente entre los laicos”.
Un país que está viviendo momentos de profunda tensión es Costa de Marfil. Desde septiembre del 2002, Costa de Marfil está dividida entre una zona controlada por el gobierno y otra en manos de la guerrilla. "Debemos ser optimistas sobre el futuro de mi país" dice a la agencia Fides Su Eminencia el Cardenal Bernard Agré, Arzobispo de Abidján. “La historia nos enseña que aún cuando se crean situaciones de división dentro de una nación, se puede superar la fractura producida. Lo que me hace tener esperanza en el futuro de mi país es la voluntad de los marfileños en construir la paz. Todos quieren la unidad del país. Los hombres políticos defienden sus intereses personales pero la población marfileña está empeñada activamente en devolver la paz y la unidad nacional y mejorar la economía del país". (L.M) (Agencia Fides 21/5/2004, Líneas: 39 palabras: 532)


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