AFRICA/CONGO RD - “Es necesario esperar un mes para verificar los resultados de la operación militar”, afirma un misionero luego del retiro de las tropas ruandesas de Kivu

jueves, 26 febrero 2009

Kinshasa (Agencia Fides) – “Ciertas declaraciones oficiales me parecen excesivamente optimistas y pienso que han sido divulgadas para justificar la operación militar conjunta; pero es necesario mirar la realidad de los hechos: no me parece que la operación haya logrado obtener un resultado definitivo”, afirma a Agencia Fies el p. Loris Cattani, misionero javeriano de larga experiencia en la República Democrática del Congo (RDC), comentando el comienzo el retiro de tropas ruandesas que fueron empleadas al norte de Kivu (Este de la RDC) en una operación conjunta con los militares congoleses contra las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Rwanda (FDLR, principal grupo formado por ex milicianos hutu que desde 1994 encontraron refugio al norte de Kivu). La operación comenzó el 20 e enero, cuando cerca de 6 mil hombres del ejército rwandés entraron al norte de Kivu, con el consentimiento de las autoridades congolesas. A cambio de la ayuda congolesa, el 22 de enero fue arrestado en Rwanda Laurent Nkunda, líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), movimiento de guerrilla que ha ocasionado tantos daños al norte de Kivu (ver Fides 21 y 23 de enero de 2009).
“Según las autoridades congolesas 90 miembros de las FDLR han sido eliminados, y otros 200 se rindieron para ser repatriados a Rwanda. Con respecto a los civiles, la MONUC afirma que entre 2000 y 3000 personas han regresado a Rwanda. Si se piensa que las FDLR están compuestas de cerca de 6 mil soldados, surgen dudas respecto de los resultados de las operaciones militares”, explica el p. Cattani. “Las FDLR no quisieron entrar en combate, huyendo frente a la avanzada de las tropas congolesas-ruandesas y refugiándose en los bosques. Es verdad que han sido destruidas sus bases, pero éstas se pueden reconstruir rápidamente. Las FDLR se financian traficando las riquezas de Kivu y parece además que en el pasado recibieron armas del ejército congolés para contrarrestar el movimiento de Nkunda”, continúa el misionero. Según la prensa congolesa, se temen represalias contra la población civil local por parte de las FDLR.
“Sobre un plan más general, se necesita hacer dos consideraciones, prosigue el misionero. En primer lugar la rapidez del cambio en las relaciones entre Rwanda y el Congo que hasta inicios de enero se acusaban de desestabilizarse recíprocamente: Kigali acusaba Kinshasa de armar a las FDLR; el Congo, por su parte, acusaba a Rwanda de apoyar a Nkunda. Luego, inesperadamente, el cambio: Rwanda arresta a Nkunda casi simultáneamente con la operación conjunta al norte de Kivu contra las FDLR. Un mes antes, además, las tropas ugandeses habían iniciado una ofensiva contra el LRA. Se ha sabido que ambas operaciones fueron preparadas y apoyadas por AFRICOM, el nuevo comando del Pentágono para África. Es claro que USA y la Unión Europea ejercieron fuertes presiones sobre Kigali y Kinshasa para un acercamiento. A la luz de estas consideraciones me pregunto en qué medida este cambio es sincero y duradero. Además, la operación militar conjunta fue preparada, en la parte congolesa, por poquísimas personas: no se consultó al Parlamento, ni siquiera al Jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas. Se ha llegado a la paradójica situación de que la ofensiva militar haya sido preparada por el Jefe de la Policía nacional, John Numbi, sin involucrar al jefe del ejército. Numbi fue uno de los hombres clave en la decisión de enero del 2007 de mantener al norte de Kivu hombres del RCD Goma (un grupo anterior de guerrilla filo-ruandés), que se integraron al ejército congolés reunificado (previsto en los acuerdos e paz), en lugar de dispersarlos en otras regiones del Congo. Son estos hombres, precisamente, los que un año más tarde pasaron a constituir la formación de Nkunda”.
No obstante estas consideraciones, el p. Loris espera la paz: “Soy el primero en estar dispuesto a dar crédito a un efectivo reacercamiento entre Rwanda y el Congo: espero sinceramente que haya un regreso a la paz. Se habla en este momento de planes de integración económica entre Rwanda, Burundi y Kivu. Pero esto existía antes de la crisis de los años 90. Existía, en efecto, la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos. Es necesario volver a ella, pero sin que los intereses estratégicos y económicos de las potencias extranjeras condicionen dicho proceso, que debe estar, antes que nada, al servicio de las poblaciones locales”. (L.M.) (Agencia Fides 26/2/2009; líneas 51, palabras 752)


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