VATICANO - El Papa a la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo de la Pastoral para Emigrantes: “La integración en el plano social y la interacción en el cultural se han convertido en presupuestos necesarios para una verdadera convivencia pacifica entre las personas y las naciones”

martes, 18 mayo 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “La comunidad cristiana está llamada hoy a enfrentarse a situaciones que han cambiado profundamente con respecto al pasado. Una de estas es ciertamente el fenómeno migratorio, que se presenta a veces con cierta connotación de tragedia que sacude las conciencias. De este fenómeno ha surgido el pluralismo étnico, cultural y religioso que caracteriza en general las actuales sociedades nacionales. La realidad actual de las migraciones requiere urgentemente de las comunidades cristianas un renovado anuncio evangélico. Interpela el compromiso pastoral y el testimonio de todos: clero, religiosos y laicos”. Es un trozo del discurso pronunciado por el Santo Padre, Juan Pablo II, esta mañana, 18 de mayo, durante la audiencia a los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Emigrantes y los Itinerantes.
“Si “globalización” es el término que mejor califica a la evolución actual histórica, también la palabra "diálogo" deber caracterizar la actitud mental y pastoral que todos tenemos que asumir de cara a un nuevo equilibrio mundial. El consistente número de unos doscientos millones de emigrantes los hace más urgente. La integración en el plano social y la interacción en el cultural se han convertido en presupuestos necesarios para una verdadera convivencia pacifica entre las personas y las naciones”.
Juan Pablo II ha subrayado después la necesidad de “acercarse a todas las culturas con la actitud respetuosa de quien es consciente de que no sólo tiene algo que decir y que dar, sino también mucho que escuchar y recibir” y ha reafirmado que tal actitud “es necesaria para que el anuncio del Evangelio pueda llegar a todos. De aquí, surge la necesidad del diálogo intercultural: se trata de un proceso abierto que, asumiendo todo lo bueno y verdadero que hay en las diferentes culturas, busca quitar obstáculos en el camino de la fe”.
La humanidad del tercer milenio tiene una necesidad urgente de encontrar de nuevo los valores comunes espirituales “sin embargo la integración entre pueblos que pertenecen a religiones y culturas diferentes nunca está exenta de incógnitas y dificultades. Esto vale, en particular, para la inmigración de los creyentes musulmanes, que plantean problemas específicos. Es necesario que los pastores asuman, a este respecto, responsabilidades precisas promoviendo un testimonio evangélico cada vez más generoso, de los mismos cristianos. El dialogo fraterno y el respeto reciproco no constituirán nunca un límite o un impedimento al anuncio del Evangelio. El Amor y la acogida constituyen más bien de por si, la primera y más eficaz forma de evangelización. Es necesario, por tanto, que las Iglesias particulares se abran a la acogida, con iniciativas pastorales de encuentro y de diálogo, pero sobre todo ayudando a los fieles a superar los prejuicios y educándoles a convertirse en misioneros ad gentes en nuestras tierras”.
“La actual entidad de las migraciones induce a reflexionar sobre la condición del Pueblo de Dios, en camino hacia la patria del cielo - concluyó el Papa. El mismo movimiento ecuménico puede ser así comprendido como un gran éxodo, una peregrinación, que se mezcla y se confunde con los éxodos actuales de poblaciones en búsqueda de una condición de vida menos precaria. En este sentido el compromiso ecuménico constituye un ulterior incentivo para acoger fraternalmente a las personas que tienen modos de vivir y pensar distintos a los que nos son habituales”.
(SL) (Agencia Fides 18/5/2004 Líneas: 44 palabras: 596)


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