ASIA/INDONESIA - Las organizaciones humanitarias esperan volver a la provincia indonesa de Aceh, para atender a 125.000 desplazados víctimas civiles de una guerra de la que no se habla

viernes, 14 mayo 2004

Yakarta (Agencia Fides) - En la probada provincia indonesa de Aceh, en el extremo norte de la isla de Sumatra, la ley marcial en vigor desde mayo del 2003, después de la intervención del ejército contra los separatistas, se transformará pronto en “Estado de emergencia civil”. Así lo ha anunciado el Ministro de Interior Indonesio, Hari Subarno, señalando la mejora de la situación de seguridad interna en la provincia. En un año, el ejército ha matado a cerca de 2000 miembros del Free Aceh Movement, que desde 1976 lucha por la autonomía y ha capturado a otros 3.000.
Pero según algunas Organizaciones no gubernativas, hay numerosas víctimas civiles y más de 125.000 desplazados que han abandona la provincia, sufriendo las dramáticas consecuencias de la violencia generalizada. A las ONG no se les ha permitido trabajar en Aceh: el Jesuit Refugees Service (JRS), servicio de asistencia a los refugiados, dirigido por los jesuitas, señala que mas de 2.500 personas continúan refugiadas en diversos campos de la provincia. El gobierno ha afirmado que la mayoría de los desplazados internos de Aceh, han vuelto a su propias casas, pero las agencias humanitarias están preocupadas de su seguridad y de su bienestar.
Cerca de 22 millones de dólares USA, han sido destinados a operaciones humanitarias a cargo del gobierno, especialmente para la gestión de los desplazados internos. El gobierno ha instituido 19 campos y ofrecido alimentos, medicinas y refugios. A pesar de ello, el JRS habla de carencias de alimentos, problemas médicos y condiciones sanitarias insuficientes en los campos, mientras que entre los prófugos todavía hay miedo por la situación inestable que perdura.
En algunos casos, denuncia el JRS, las personas se han visto obligadas a trasladarse a nuevos campos no regulares sin el apoyo del gobierno, dado que los “campos oficiales” han sido cerrados. Y muchos desplazados a su vuelta se han encontrado que sus casas, propiedades y ganados han sido saqueadas y destrozadas.
Se estima que 26.000 casas y 600 escuelas han sido incendiadas en un año de violentos enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes. Si bien el gobierno ha trabajado en la reconstrucción y la restauración de las propiedades dañadas queda mucho por hacer. Mientras tanto las familias viven todavía en refugios temporales o con los parientes y los niños reciben su instrucción en escuelas de emergencia.
El JRS Indonesia afirma:”La comunidad humanitaria teme que el gobierno no esté garantizando la seguridad y el bienestar de los que han vuelto a sus casas en Ache; por ello, ha hecho presión sobre el gobierno mismo para que permita el acceso a la región de observadores independiente y de agencias humanitarias”. (PA) (Agencia Fides 14/5/2004 Líneas: 35 Palabras: 466)


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