Roma (Agencia Fides) - “Conscientes de la inseguridad y de la miseria ocasionada por la sangrienta guerra civil que explotó a finales de los años ochenta, sentimos la responsabilidad de dirigir un afligido llamamiento a la comunidad internacional para que se movilice a favor de la extenuada población civil, sometida diariamente a inenarrables vejaciones por parte de numerosas bandas armadas”. Es un trozo del llamamiento de los Misioneros Combonianos y la Misioneras Combonianas, firmado por sus respectivos Superiores generales, el P. Teresino Serra y la madre Adele Brambilla, después del asesinato del P. Luciano Fulvi, al que encontraron muerto en su habitación en la misión de Layibi, en la periferia de Gulu, en Uganda del norte, en la noche entre el 30 y 31 de marzo.
“Por el momento no ha sido confirmada la identidad del asesino del padre Fulvi- se lee en el texto- pero según las informaciones recibidas desde Uganda consideramos que se ha tratado de un cruel acto de vandalismo”. Los religiosos se dirigen después a las autoridades de Kampala a fin de que aclaren este doloroso episodio “deseando un mayor compromiso del gobierno en garantizar la integridad de todos aquellos, laicos y religiosos, que viven en los distritos septentrionales del país.
Al gobierno de Jartum imploramos que impida el abastecimiento de armas y municiones destinados a los rebeldes norugandeses del “Ejército de Resistencia del Señor” (LRA), asegurando a la justicia internacional aquellos que han cometido crímenes contra la humanidad, entre ellos el primero de todos el líder del LRA, Joseph Kony, responsable del secuestro de más de 25 mil niños reclutados a la fuerza en su formación y de un inaudito baño de sangre que ha costado la vida a más de cien mil personas”.
Los misioneros piden al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, a la Unión Africana (UA) y a la Comisión de la Unión Europea que estudien oportunas iniciativas diplomáticas que puedan frenar esta absurda espiral de violencia”. “Para ello, se debe incluir el tema del conflicto norugandés en el programa de negociaciones entre el gobierno sudanés y el movimiento del “Ejército de Liberación Popular de Sudán” (SPLA), conscientes del desarrollo regional de la guerra en curso desde 1983 en las zonas meridionales de Sudán”. Por ultimo denuncian la gran falta de atención de la prensa internacional sobre las guerras africanas, “seguros de que el sacrificio del padre Fulvi y de otros 14 misioneros pertenecientes a nuestros institutos, consumados en tierra ugandesa en estos últimos treinta años, representan un extraordinario signo de fraternidad universal. ¡Que San Daniel Comboni proteja Uganda!”. (SL) (Agencia Fides 1/4/2004 Líneas: 35 Palabras: 469)