ASIA/MYANMAR - La instrucción es el medio para rehabilitar a los ex niños soldados, en el país que tiene el record mundial: el testimonio concedido a la Agencia Fides por Mons. Charles Bo, Arzobispo de Yangon

sábado, 27 marzo 2004

Yangon (Agencia Fides) - Es el país con el número más alto de niños soldados en el mundo, mas de 75 mil: un trágico record para Myanmar, ex Birmania, nación del sureste asiático gobernada por una junta militar en perenne lucha con los numerosos grupos rebeldes pertenecientes a minorías étnicas. Los niños soldados en el país son enrolados en las filas de los grupos guerrilleros, y también en las filas del ejército regular, como informa la Coalición contra la utilización de los niños soldados.
“Entre los 700 jóvenes que asiste nuestra diócesis hay niños ex soldados. Ayudamos a niños huérfanos de guerra, abandonados, o fugitivos de los grupos militares, hospedándolos en casas de acogida, proporcionándoles una instrucción y promoviendo actividades de desarrollo social y relacional”, relata a la Agencia Fides Mons. Charles Maug Bo, Arzobispo de la capital Yangon. Mons. Bo quiere acrecentar la ayuda a los niños, jóvenes y adolescentes, para venir encuentro a sus exigencias materiales, de instrucción y también espirituales.
El Arzobispo explica que la rehabilitación de los niños traumatizados de la guerra, que frecuentemente han perdido a sus padres y son obligados al desplazamiento, es posible a través de la hospitalidad y la instrucción: “Es necesario dar a los muchachos una instrucción y una formación humana, que les ayude a recuperar su dignidad, y comprender el sentido de la vida. Por esto la Iglesia, a pesar de que es una pequeña minoría, administra escuelas primarias y jardines de infancia. La guerra destruye la vida de millones de pequeños inocentes: hagamos lo posible para contribuir a poner fin a éste sufrimiento”.
La leva obligatoria en Myanmar está prevista a la edad de 18 años, sin embargo muchos muchachos se enrolan en el ejército antes de esa edad, empujados por la pobreza. Muchos son niños de la calle, huérfanos que no saben como vivir; entre ellos hay también muchas niñas que sufren abusos sexuales de los soldados. Según los datos del HRW, cerca de 70.000 chicos son miembros del ejercito regular birmano (cerca del 35-40 del total) enrolados a la fuerza, o raptados en las escuelas.
También en los grupos étnicos minoritarios karen, karenni y shan, que luchan por mantener la propia identidad y sufren una represión que numerosas organizaciones internacionales definen como “limpieza étnica” los casos de niños soldado aumentan. Se estima que el 40% de los nuevos enrolados son niños: cerca de 200 entre los karem, 3000 entre los karenni que combaten en la frontera con Tailandia.
En el 2000 el fenómeno de los niños soldado en Myanmar salió a la luz internacional por el caso de dos gemelos de 12 años de etnia karen que, a la cabeza de un grupo armado de chicos llamado “El Ejercito de Dios” tomaron 700 rehenes en un hospital tailandés
(PA) (Agencia Fides 27/3/2004 Líneas: 39 Palabras:495)


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