VATICANO - Benedicto XVI recomienda a los Obispos de Bolivia promover "una catequesis sistemática, generalizada y penetrante, que enseñe clara e íntegramente la fe católica. Este año paulino que estamos celebrando es una ocasión privilegiada para imitar el vigor apostólico y misionero de este gran Apóstol”

martes, 11 noviembre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Conozco bien las difíciles circunstancias que afectan a los fieles y ciudadanos de vuestro País desde hace algún tiempo, y que en estos momentos parecen agudizarse aún más. Son ciertamente motivo de preocupación y de especial solicitud pastoral para la Iglesia, que ha sabido acompañar muy de cerca a todos los bolivianos en situaciones delicadas, con el único fin de mantener la esperanza, avivar la fe, fomentar la unidad, exhortar a la reconciliación y salvaguardar la paz”. Son las palabras con las que el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los Obispos de Bolivia, recibidos en audiencia con ocasión de la visita Ad Limina Apostolorum, el 10 de noviembre.
El Santo Padre ha subrayado a continuación otros desafíos que se plantean al quehacer de los Obispos, " pues la fe plantada en la tierra boliviana necesita siempre alimentarse y fortalecerse, especialmente cuando se perciben signos de un cierto debilitamiento de la vida cristiana por factores de origen diverso, una extendida incoherencia entre la fe profesada y las pautas de vida personal y social, o una formación superficial que deja expuestos a los bautizados al influjo de promesas deslumbrantes pero vacías”.
Un "instrumento potente" para afrontar estos desafíos, está en la devoción popular, que el Papa ha definido "precioso tesoro acumulado durante siglos gracias a la labor de misioneros audaces y mantenido con entrañable fidelidad por generaciones en las familias bolivianas". Tal don, que se debe custodiar y promover hoy, " requiere un esfuerzo constante para que el valor de los signos penetre en lo hondo del corazón, esté siempre iluminado por la Palabra de Dios y se transforme en convicciones firmes de fe, consolidada por los sacramentos y la fidelidad a los valores morales”.
Para cultivar una fe madura y vivir de manera alegre y responsable la propia fe, "se necesita una catequesis sistemática, generalizada y penetrante, que enseñe clara e íntegramente la fe católica. Este año paulino que estamos celebrando es una ocasión privilegiada para imitar el vigor apostólico y misionero de este gran Apóstol, que nunca se acobardó a la hora de anunciar en toda su integridad el designio de Dios, como dice a los Pastores de Mileto. En efecto, una enseñanza parcial o incompleta del mensaje evangélico no se corresponde con la misión propia de la Iglesia ni puede ser fecunda”.
El crecimiento en la fe viene también favorecido por una educación general de calidad, que comprenda la dimensión espiritual y religiosa de la persona, por ello, los Pastores deben cuidar con atención las numerosas instituciones educativas de la Iglesia católica, "para que conserven la propia identidad". El Santo Padre ha expresado a continuación su complacencia a los Obispos por su empeño “para ofrecer a los seminaristas una sólida formación humana, espiritual, intelectual y pastoral, proporcionándoles sacerdotes idóneos para acompañarlos en su discernimiento vocacional y cuidar de su segura idoneidad y competencia". Particularmente en el momento actual, ha recomendado el Papa, es necesario garantizar la formación permanente del clero y los otros agentes de pastoral, "una formación que alimente constantemente su vida espiritual e impida que su labor caiga en la rutina o la superficialidad”.
Recordando todo lo subrayado en la reciente Asamblea del Sínodo de los Obispos, el Santo Padre ha exhortado a hacer que en las homilías, catequesis y celebraciones, " la proclamación fiel, la escucha y la meditación de la Escritura esté siempre en primer plano, pues en ello encuentra el Pueblo de Dios su razón de ser, su vocación y su identidad. De la escucha dócil de la Palabra divina nace el amor al prójimo y, con él, el servicio desinteresado a los hermanos, un aspecto que ocupa un puesto muy relevante en la acción pastoral en Bolivia, ante la situación de pobreza, marginación o desamparo de buena parte de la población”. (S.L) (Agencia Fides 11/11/2008,


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