VATICANO - La catequesis del Papa dedicada a la Solemnidad de la Anunciación: por una parte esta fiesta “nos remonta a los orígenes de la salvación y por otra nos invita a dirigir la mirada hacia el Misterio pascual”.En la Jornada de los “Misioneros Mártires” el Papa invita a “hacer memoria de los sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos fallecidos en tierra de misión”

miércoles, 24 marzo 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Juan Pablo II ha dedicado la audiencia del miércoles 24 de marzo, a la solemnidad de la Anunciación del Señor, que se celebra el 25 de marzo. “Esta fiesta, que este año cae en el corazón de la Cuaresma - dijo el Papa - si bien nos remonta a los orígenes de la salvación, nos invita también a dirigir la mirada hacia el Misterio pascual. Contemplemos a Cristo crucificado que ha redimido a la humanidad, cumpliendo hasta el final la voluntad del Padre. En el Calvario, en los últimos instantes de vida, Jesús nos confió a María como Madre y nos entregó a ella como hijos”.
Juan Pablo II recordó después algunos momentos significativos del Pontificado ligados a la figura de Maria: “al inicio de mi Pontificado, el 8 de diciembre de 1978, cuando en la Basílica de Santa María la Mayor puse en manos de María a la Iglesia y al mundo; el 4 de junio del año siguiente, cuando renové este acto de entrega en el Santuario de Jasna Gora. En particular, pienso en el 25 de marzo de 1984, Año Santo de la Redención. Han pasado veinte años desde aquel día, cuando en la Plaza de San Pedro, en unión espiritual con todos los obispos del mundo precedentemente “convocados”, quise confiar a toda la humanidad al Corazón Inmaculado de María, respondiendo a lo que había pedido Nuestra Señora en Fátima”.
El Papa recordó depues la Jornada de los Misioneros Mártires con estas palabras: “En la Jornada de hoy, dedicada al recuerdo y a la oración por los “Misioneros mártires”, no podemos dejar de recordar a los sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos fallecidos en tierra de misión en el transcurso del año 2003. Tanta sangre sigue siendo derramada en muchas regiones del planeta. Sigue siendo urgente la necesidad de hombres que abran los corazones a un esfuerzo valiente de recíproca comprensión. Cada vez se hace más intensa la sed de justicia y paz en todas las partes de la tierra. ¿Cómo no responder a esta sed de esperanza y de amor recurriendo a Cristo, por medio de María?” dirigiendo por ultimo su saludo a los peregrinos italianos Juan Pablo II refirmo: “Que la Jornada de hoy dedicada al recuerdo de los misioneros mártires, sea para cada uno una ocasión propicia para redescubrir la fe en Cristo, único salvador, y alimentar la esperanza en un mundo más justo y fraterno” (SL) (Agencia Fides 24/3/2004 Líneas: 32 Palabras: 472)


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