AMERICA/PERU - Las difíciles condiciones de la infancia en Perú: pobreza, crecimiento del trabajo infantil, niños soldado, violencias familiares: habla a Fides la Dña. Doris Potocarrero, peruana, directora del Grupo Iniciativa Nacional para los Derechos del Niño

martes, 23 marzo 2004

Lima (Agencia Fides) - En Perú alrededor de la mitad de la población y el 62% de los niños viven con lo equivalente a un dólar al día, según los datos del Programa ONU para el Desarrollo Humano (UNDP). La situación de la infancia se agrava todavía más, por el hecho de que el 20% de la población vive en situaciones de extrema pobreza.
“Se calcula que 3 de cada 4 niños menores de 18 años, que habitan en las zonas rurales no pueden cubrir ni siquiera sus necesidades primarias” afirma en una nota enviada a Fides Dña. Doris Potocarrero, peruana, directora del Grupo Iniciativa Nacional para los Derechos del Niño.
La sociedad peruana es muy diversa cultural, étnica y lingüísticamente. Pero esta diversidad, lejos de ser reconocida como un elemento que enriquece al país, es factor de exclusión y discriminación, y por tanto también para los niños y adolescentes que habitan en las zonas urbanas y rurales.
Las profundas desigualdades sociales entre las regiones se ven claramente por el porcentaje de mortalidad infantil. Por ello, si bien la mortalidad infantil ha disminuido en los últimos años, llegando al 33% como media nacional, sin embargo, continúan muriendo cada año unos 20.000 niños antes de cumplir el año. El nivel de mortalidad infantil en las zonas urbanas es de 24 de cada 1000 nacidos vivos, mientras que en las zonas rurales es de 45 de cada 1000.
Una de las consecuencias de la pobreza, se lee en la nota enviada a Fides, es que “el trabajo infantil se ha cuadruplicado en una década, sobre todo en las zonas urbanas, según el Censo Nacional de 1993, la PEA de 6 a 17 años era de 497.032; en la Encuesta Nacional de Niveles de Vida del primer trimestre del 95 había ascendido a un 1’412.518; y en 1997 llegaba a 1’ 932.000. En la actualidad se calcula que existen más de dos millones de niños, niñas y adolescentes que trabajan.
De acuerdo a algunas modalidades de trabajo infantil y adolescente de alto riesgo se ha reportado 50,000 niños trabajando en la minería artesanal, 100,000 niñas en trabajo doméstico y alrededor de 8,000 niños que trabajan en las calles de Lima.
Además, pese a que la guerra interna ha terminado, cientos de comunidades campesinas de los andes peruanos y en particular de la serranía y ceja de selva ayacuchanas, siguen viviendo bajo un sistema de control militar y de inteligencia contrainsurgente que involucra a los civiles adultos y niños en acciones de seguridad interna. La norma dispone que la edad mínima para participar en los Comités de Autodefensa es 18 años. Sin embargo hay evidencias de que ese mandato no se cumple, y que niños entre los 13 y 17 años participan en actividades de seguridad interna, y en los Comités de Autodefensa.
“Los propios jefes de los Comités de Autodefensa aceptan a los niños en reemplazo de sus padres por su agilidad y eficacia en las acciones de defensa. No reparan en los riesgos que entrañan esas actividades para su integridad física, ni en el daño que ocasiona a su salud mental el estar involucrados en acciones de violencia”.
Se calcula que cerca de dos millones de niños y niñas viven en las calles de la ciudad de Lima y otras ciudades del país. De estos, 8 millones trabajan en las calles como vendedores ambulantes, sólo en la ciudad de Lima.
Según los datos del Sondeo Nacional de Demografía y Salud 2001 (ENDES) un 41.2% de niños, niñas y adolescentes son maltratados físicamente con frecuencia por sus padres y el 85% de niños sufren también maltratos psicológicos, mientras que un 22% de casos correspondían a maltrato infantil y violencia familiar como son abusos sexuales.
(RZ) (Agencia Fides 23/3/2004 Líneas: 47 palabras: 656)


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