EUROPA/ITALIA - “Perseguidos pero no abandonados” (2 Cor 4,9): 24 de marzo, XII Jornada de oración y ayuno en memoria de los misioneros mártires

martes, 16 marzo 2004

Roma (Agencia Fides) - El 24 de marzo, aniversario del asesinato de Mons. Oscar A. Romero, Arzobispo de San Salvador (1980), se celebra la XII Jornada de oración y ayuno en memoria de los Misioneros mártires: una iniciativa que el Movimiento Juvenil misionero de las Obras Misionales Pontificias ha promovido en Italia desde 1993 y que, en formas diversas, se está difundiendo en otros países y continentes.
El tema elegido para este año está entresacado de la carta de San pablo a los Corintios (2Cor 4,9): “Perseguidos pero no abandonados”. “La Iglesia que camina con la humanidad al encuentro de su Señor y lo sigue por la vía del servicio profético, es una Iglesia perseguida. El anuncio de Jesucristo, único Salvador del hombre, denuncia el egoísmo humano y su violencia; la solidaridad con los pobres de la humanidad conduce inevitablemente a la persecución” se dice en el material preapartado para la ocasión por las Obras Misionales Pontificias. “También en el 2003 la Iglesia ha visto enriquecerse su martirologio. Muchos de nuestros hermanos y hermanas misioneros han encontrado una muerte violenta, derramando su sangre por el anuncio del Evangelio y el testimonio de la caridad cristiana: único signo de esperanza en medio de tantas fatiga y sufrimientos. Han sido asesinados por la única culpa de ser cristianos”.
“El asesinato de los misioneros mártires, a diferencia de la muerte de los hombres políticos y del espectáculo, no produce normalmente mucho ruido. Pero ellos son como la levadura, el humus de la tierra: no se nota pero hace fecundo el campo para nuevas siembras. He aquí por que no están abandonados de Dios, no están ni siquiera abandonados de la comunidad cristiana, ni de la Iglesia que ve en ellos la esperanza de un mundo renovado, el signo de que Dios no abandona a la humanidad y que la tierra encontrará la paz y la serenidad solamente en El. En ellos, la Iglesia reconoce su luz que ilumina la vida y la fe en la historia contemporánea”.
La invitación a celebrar esta jornada se dirige a todas las comunidades parroquiales y a las comunidades religiosas para que entren en comunión espiritual con los misioneros y misioneras esparcidos por todos los ángulos de la tierra, por medio de la oración, el ayuno y la solidaridad fraterna. En preparación al 24 de marzo se sugieren la adoración Eucarística por los misioneros y la oración por las vocaciones misioneras (lunes 22 de marzo); la celebración del Vía Crucis (martes 23 de marzo).
El miércoles 24 de marzo, Jornada de los Misioneros Mártires, las comunidades dedican esta jornada al recuerdo y a la oración por los misioneros mártires, utilizando la Vigilia propuesta en el material, que se pide sea a nivel diocesano. Entre los signos sugeridos para esta Jornada se encuentran: una tela roja sobre la cruz y un ramo de olivo con en el que se cuelguen los nombres de los misioneros asesinados en el 2003; un cirio rojo encendido, signo del martirio. A las 15 de la tarde se podrían hacer sonar las campanas de las iglesias para recordar a todos esta jornada particular.
Todos están invitados a vivir esta jornada con el ayuno para unirse más estrechamente a los misioneros y a los pobres del mundo. La oferta del propio ayuno, enviada a las OMP, se utilizara este año para la construcción de algunas capillas en la martirizada tierra de la Republica Democrática del Congo.
También se invita a las personas enfermas y sufrientes a ofrecer sus sufrimientos en memoria de los misioneros mártires para la difusión del Evangelio, creando así un flujo de fuerza espiritual que sostiene a los misioneros en la obra de la evangelización y para pedir al Señor el don de nuevas vocaciones misioneras para la Iglesia.
Se propone a todos, tanto personalmente como en grupo, la visita a los que sufren (en hospitales, casas de reposo, enfermos que estén en casa, cárceles etc...) para compartir con ellos la misma vida de Cristo y para recordarnos que la fuerza para el anuncio viene del sufrimiento y del sacrifico de muchas personas. (SL) (Agencia Fides 16/2/2004 Líneas: 50 Palabras: 704)


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