EUROPA/ITALIA - Concluido el proceso supletorio sobre la fama de santidad del Card. Guglielmo Massaja, “Abuna Mesias” el gran evangelizador de Etiopia que venció la viruela que diezmaba a los Galas

viernes, 12 marzo 2004

Roma (Agencia Fides) - En la tarde del miércoles 10 de marzo, concluyó en la iglesia de San Francisco, anexa al convento de los Padres Capuchinos de Frascati (Roma) donde residida en el momento de su muerte y donde reposan sus restos, el proceso supletorio diocesano de la fama de santidad del siervo de Dios el Card. Guglielmo Massaja, Capuchino, uno de los más grandes evangelizadores de África y en particular de la alta Etiopia. Es considerado como uno de los más grandes misioneros del Ochocientos inspirador de la Obra de Comboni y de Allamno.
Nació el 8 de junio de 1809 en Piova en provincia y diócesis de Asti, entró jovencísimo en los Capuchinos. Es ordenado sacerdote en 1832. Poco después enferma gravemente, emite entonces el voto de partir como misionero en cuanto obtenga la curación. Una vez restablecido es destinado a otros cargos en Italia, entre ellos capellán del hospital de Mauriziano de Turín, una experiencia que le será muy útil años después en Africa. Viene consagrado Obispo en 1846 y el Papa Gregorio XVI le confía el Vicariato apostólico de los Gala, en la alta Etiopia recién erigido. Massaja consigue llegar a su sede tan sólo en 1852 después de un viaje un poco accidentado: atraviesa el desierto entre las tormentas de arena, sube el Nilo disfrazado de mercader, se enfrenta a los cocodrilos es asaltado y capturado.
Los años de su trabajo misionero son densos en acontecimientos: introduce la vacuna contra la viruela, que entonces producía miles de víctimas entre los Gala, estudiando una nueva fórmula e inyectándola personalmente a centenares de pacientes; funda un instituto religiosos, los Monjes del Vicariato de Gala, se dedica a la formación de la juventud y del clero local; bautiza personalmente a miles de catecúmenos; consagra a tres Obispos, prepara un catecismo para el pueblo de los Gala y publica la primera gramática de su lengua; apoya de diversas maneras el desarrollo de las poblaciones rurales. Es también considerado fundador de la actual capital de Etiopia, Addis Abeba, de hecho fue Massaja quien promovió en 1869 el nacimiento de una nueva colonia agrícola que después se desarrolló y creció tanto que en 1889 el emperador Menelik II la elige como capital. Sus vida así de aventurera constituyó el argumento de una película “Abuna Mesias” (como le llamaban los etíopes) realizado a finales de los años 30 sobre su actividad misionera.
En 1879 el emperador Joanes IV obliga a Massaja al exilio. El Papa León XIII lo invita a poner por escrito sus memorias, nacen así 12 volúmenes que cuentan cerca de 35 años de actividad misionera en la alta Etiopia. Una obra que viene considerada como la mejor documentación del siglo XIX sobre Etiopia, ya que describe con gran agudeza histórica, usos, costumbres y cultura de esta población. Creado cardenal en 1884, Massaja se apaga el 6 de agosto de 1889. El proceso de canonización iniciado en 1914 se paró durante cerca de 70 años. (SL) (Agencia Fides 12/3/2004 Líneas: 36 palabras: 524)


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