AMERICA/NICARAGUA - “Tras las huellas de San Pablo nos sentimos todos paulinos: estamos en territorio de misión pero debemos sentirnos iglesia misionera dispuesta a ir más allá”: entrevista de la Agencia Fides a Mons. Pablo Ervin Schmitz Simon, Vicario Apostólico de Bluefileds

lunes, 29 septiembre 2008

Roma (Agencia Fides) - Mons. Pablo Ervin Schmitz Simon, OFM, Vicario Apostólico de Bluefileds (Nicaragua), describe las principales características y desafíos de su Vicariato en una entrevista concedida a la Agencia Fides durante su estancia en Roma para participar en el seminario de formación para Obispos ordenados en los últimos dos años, organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El Vicariato de Bluefields tiene 60.000 Km2, lo cual constituye casi la mitad de Nicaragua, explica Mons. Pablo, pues el país tiene en total 130.000 Km2 quitando los dos lagos. Unos de los principales problemas es, según el Obispo la falta de de carreteras lo cual dificulta mucho la comunicación. “Muchas veces tenemos que visitar algunas parroquias en una avioneta pequeña y en otros lugares recurrimos al jeeps, En otras ocasiones debemos ir a la montaña para visitar diferentes lugares y para administrar los sacramentos y a estos lugares solo podemos acceder en mulas”. A este respecto el Prelado explica que precisamente por la falta de carreteras y la deficiencia en las comunicación el no pudo ser consagrado Obispo en su sede a la que solo se podía acceder por avioneta o lancha. Fue ordenado Obispo en 1984, en plena guerra en el país y por ello “no era posible conseguir para mi ordenación episcopal tres Obispos que pudieran llegar hasta mi sede . Entonces se decidió hacer la ceremonia en una parroquia situada donde termina la carretera y comienza el río”.
“El gran desafío que se nos presenta – continua el Obispo – es la falta de sacerdotes Por ejemplo, tenemos un sacerdote de 78 años que tiene 112 comunidades rurales a muchas de las cuales sólo se puede llegar en caballo o mula. Dos veces al año el celebra la Misa en estas comunidades. Por ello, ante la falta de sacerdotes, debemos recurrir muchas veces a los ministros extraordinarios. Faltan también parroquias pero de momento no vale la pena crear más parroquias mientras no aumente el numero de sacerdotes”.
“Cuando yo llegue a Nicaragua hace ya cerca de 36 años había 36 misioneros capuchinos norteamericanos Ahora hay solo tres excluyendo dos Obispos. La población era entonces 150.000 habitantes Hay ahora casi 800.000 habitantes, de los cuales el 70% son católicos”. Ante este aumento de la población y falta de sacerdotes el Obispos constata el gran problema de las sectas. “En los lugares donde no hay una iglesia organizado intentamos que haya siempre delegados de la palabra. Pero en esos sitios entran muy rápidamente las sectas y los evangélicos y pentecostales, que buscan normalmente destruir y difamar a la Iglesia católica”.
En el Vicariato Apostólico hay un grupo numeroso de población indígena que es atendida por dos sacerdotes repartidos en una extensión de 300 km. “Uno de ellos, explica Mons. Pablo, mismos, ha estudiado espiritualidad aquí en Roma para poder conocer bien la espiritualidad occidental y de este modo hacer una integración con la espiritualidad natural de los indígenas llevando a cabo la purificación necesaria para mantener lo que sea compatible y eliminar lo que por el contrario no lo sea”.
Sin embargo a pesar de estas dificultades y desafíos el Vicaria Apostólico de Bluefields se muestra esperanzado pues cuenta ya con un seminario menor, que constituye un paso importante para poder continuar luego en el seminario mayor pues según explica el Obispo “intentamos en primer lugar que aprendan bien el español que será la lengua oficial en el seminario mayor. Muchos de estos chicos como vienen de poblaciones indígenas no lo conocen bien y luego tienen problemas con los estudios. Por otra parte son chicos que vienen sobre todo de ambientes rurales y zonas muy primitivas por lo que hay que enseñarles incluso cosas muy elementales y también aprenden a vivir en comunidad”. En la actualidad el seminario menor del Vicariato tiene 37 seminaristas de los cuales 12 deberán discernir en este año si quieren pasar al seminario mayor. “Hay mucha esperanza y tenemos ya 20 jóvenes en el seminario mayor. Nuestro seminarios de Nicaragua están llenos. Hay más de 200 seminaristas mayores de todas las diócesis”.
Respecto al Año Paulino Mons. Pablo Schmitz destaca que en el Vicariato se está intentado vivir en intensidad pues “nos sentimos paulinos siendo territorio de misiones. Hemos hechos cursos sobre San Pablo para los delegados de la palabra, para los catequistas”. Y destaca la importancia de sentirse también iglesia misionera dispuesta a ir más allá de sus fronteras a pesar de ser una Iglesia de misión. En este sentido resalta el hecho de que el Vicariato tienen un sacerdote como misionero en la diócesis de Amarillo (Texas) trabajando por tres años con los mexicanos de habla española y de habla inglesa. “Hay mucho entusiasmo no solo entre los sacerdotes y religiosas sino también entre los delegados de la Palabra de vivir este Año Paulino que es muy importante”.
Por último resalta la importancia de la Gran Misión continental cuyo inicio oficial se realizará en diciembre en Nicaragua. En esa fecha se reunirán todos los Obispos para realizar el envío de todas las diócesis. (RG) (Agencia Fides 29/9/2008)


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