AMERICA - “En la medida en la que evangelizan su medio, las familias convierten la vida diaria en un extraordinario lugar de encuentro con el Dios” afirman los Obispos de la Iglesia americana

miércoles, 3 marzo 2004

San Antonio Texas (Agencia Fides) - “¡Familia, sé lo que eres!” es el tema del Mensaje que los Obispos de la Iglesia Católica de América (Consejo Episcopal Latinoamérica - CELAM, Conferencia Episcopal Canadiense - CCCB, Conferencia Episcopal de Estados Unidos - USCCB) han enviado a las familias al término de su Encuentro anual realizado en San Antonio de Texas (USA) en el mes de febrero.
Los Obispos expresan su preocupación por el hecho de que el continente americano, en este nuevo milenio está poniendo seriamente en discusión los fundamentos de la sociedad en general y en particular de su unidad fundamental, la familia, cuyos miembros deben afrontar desafíos cada vez mayores. “El matrimonio generalmente es postergado, muy poco estable y con grandes posibilidades de romperse. Esta falta de estabilidad afecta tanto a los niños como a los adultos. Es preocupante ver la familia, tan sobrecargada de trabajo, abrumada por preocupaciones económicas, y a causa de las migraciones frecuentes sin el apoyo de sus parientes y de la comunidad”. Sin embargo los Obispos expresan la esperanza de que la familia, a pesar de todos los obstáculos, conseguirá superar las dificultades porque en el plan de Dios, aun con su propia vulnerabilidad, la familia es siempre dadora de vida. Por medio de la “creatividad del amor” la familia refleja la ternura, la fidelidad y misericordia de Dios. Cuando esto sucede, los miembros de la familia se convierten en testigos de la increíble novedad de Cristo, de Aquel que por medio del amor ha vencido la muerte una vez para siempre. En esto consiste el misterio de la vida de la familia: seres humanos que transforman el mundo viviendo la vida de Jesús en la plenitud de vida que realiza las esperanzas más profundas del hombre.
Los Obispos señalan que en la medida que evangelizan su medio, las familias convierten la vida diaria en un extraordinario lugar de encuentro con el Dios, que invita a los cristianos a ser luz del mundo y sal de la tierra (cfr. Mt 5, 13-14). Por tanto, la Iglesia debe ayudar a los componentes de la familia a asumir conscientemente que constituyen “una verdadera Iglesia doméstica” cuyos miembros deben asumir la responsabilidad de convertirse en testigos del evangelio de la vida en la Iglesia y en la sociedad.
Los Obispos concluyen su mensaje confiando matrimonios y familias de nuestro Continente Americano al cuidado de la Sagrada Familia de Nazareth, para que inspirados en el amor tierno de María y la fidelidad de José, sean testigos alegres del Evangelio de la Familia. (RZ) (Agencia Fides 3/372004 Líneas: 33 Palabras: 452)


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