AMERICA/VENEZUELA - Una familia de laicos franciscanos en misión para ayudar a los pobres, alcohólicos y evangelizar a los jóvenes venezolanos

martes, 2 marzo 2004

Caracas (Agencia Fides) - Una familia en misión: es la experiencia de Marco e Hilaria Petri, una pareja de laicos franciscanos de Prato, que partieron hace dos meses para realizar una experiencia de misión en Venezuela, enviados por la Orden Franciscana Secular de Italia. Desarrollan su servicio en Guanare, al Oeste de Venezuela, en el Centro Social “Paz y Bien” de la parroquia de San Antonio, a cargo de los hermanos menores conventuales. Vivirán durante un periodo de tres años una experiencia de compartir y de servicio en la parroquia, animación del centro social, intercambio con los laicos franciscanos locales en el ámbito de un proyecto misionero de los franciscanos (religiosos y lacios) llamado “Semilla”.
Antes de partir los dos tuvieron un año de formación específica como preparación a la misión en el Centro Unitario Misionero de Verona. Al finalizar el curso recibieron el mandato misionero del Obispo de Prato Mons. Gastone Simoni, y el pasado 15 de diciembre partieron para Venezuela. La pareja espera un hijo pero esto no ha supuesto un obstáculo para su deseo misionero.
“La zona de Guanar -escriben en una carta enviada a la Agencia Fides - se encuentra en el Llano venezolano... Tuvimos un encuentro con el Obispos de Guanare para iniciar oficialmente nuestro proyecto. Nos acogió como un padre, bendiciendo la iniciativa, pues considera muy oportuna la presencia de una familia que vive su experiencia de vida y de fe cristiana en la realidad de un barrio donde con frecuencia las situaciones familiares y sociales son criticas y con frecuencia olvidadas.
Los jóvenes, que dicen haber tenido una acogida muy calurosa, señalan que han encontrado una situación económica difícil, donde la inflación y el paro son muy altos, el número de pobres aumenta constantemente así como las situaciones críticas a nivel social (criminalidad, droga...).
“Hemos comenzado a conocer y visitar las familias de la zona y a escuchar sus necesidades. El panorama es diverso: se encuentra el problema de los niños de la calle, con frecuencia hijos de madres muy jóvenes solteras que crecen sin ninguna protección y con facilidad terminan dentro del mundo de la criminalidad. Esta después el problema del alcoholismo que afecta sobre todo a los hombres. Nuestra misión acaba apenas de comenzar. Que Dios nos acompañe en este camino”.
(PA) (Agencia Fides 2/3/2004 Líneas: 30 Palabras: 398)


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