AFRICA/GUINEA BISSAU - En la tradición africana “el niño es percibido como un don de Dios y es deseado, esperado y amado desde su concepción” sin embargo “existen formas de mutilación y explotación de la infancia que persisten bajo capa de tradición”: reflexión cuaresmal de los Obispos de Guinea Bissau, Senegal, Cabo Verde y Mauritania

lunes, 1 marzo 2004

Bissau (Agencia Fides) - “La infancia en el camino de nuestra conversión”. Es el titulo del mensaje de los Obispos de Guinea Bissau, Senegal, Cabo Verde y Mauritania para la Cuaresma 2004. Los Obispos trazan un perfil de la situación de la infancia en sus países a partir de la tradición africana, en la que el “el niño es percibido como un don de Dios y es deseado, esperado y amado desde su concepción”. Sin embargo, los Obispos no quieren idealizar demasiado el pasado, ya que “existen formas de mutilación y explotación de la infancia (escisiones, matrimonios forzados) que persisten bajo capa de tradición”.
“Ante los desafíos de la modernidad” dicen los Obispos “la sociedad africana no queda libre del terremoto que perturba las bases tradicionales de la educación e incluso de la visión de la persona humanan y de la vida. La creciente urbanización, el acceso de la mujer al trabajo, la precaria situación económica, han suscitado miedo para formar familias numerosas. La Iglesia nunca se ha expresado a favor de la familia numerosa o de la familia mononuclear. Esta tan solo defiende la paternidad/maternidad responsable y denuncia las prácticas que no respetan la vida o la dignidad humanan”.
Entre las condiciones que pueden comprometer el futuro de la infancia, los Obispos recuerdan “los ataques a la armonía familiar: alcoholismo, divorcios y separaciones, poligamia, paro, éxodos rurales, emigración”. Los Obispos recuerdan también “las numerosas situaciones creadas por los adultos que ponen en peligro la vida y el futuro de los niños”. Entre ellas se encuentran: guerras (“niños masacrados o mutilados, niños envueltos en los conflictos, inducidos a matar y constantemente expuestos al peligro”); infancia abandonada (“niños abandonados en las calles de nuestras ciudades, condenados a mendigar para sobrevivir, expuestos a la droga”); pedofilia; trabajo forzado; pandemia del SIDA.
Ante esta situación, los Obispos invitan a los fieles con ocasión de la Cuaresma, a “sensibilizar a los propios hijos sobre las condiciones de los niños que sufren, para educarlos a la solidaridad que se traduce en gestos concretos. Sugerimos colectas en las familias, en las escuelas para ayudar a atender a los niños enfermos, vestir a los niños pobres, ofrecer alimento a los niños que padecen hambre, ofrecer instrucción a aquellos que carecen de ella”. (LM) (Agencia Fides 1/3/2004 Líneas: 32 Palabras: 428)


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