AFRICA/COSTA DE MARFIL - Escuelas abiertas, alumnos presentes pero faltan los profesores. Testimonio de un misionero del norte de Costa de Marfil

jueves, 26 febrero 2004

Abidján (Agencia Fides) - “Lo alumnos están, tan solo faltan los maestros” dice a la Agencia Fides un misionero de Bouaké, la principal ciudad del norte de Costa de Marfil, en manos de los rebeldes de las llamadas “Fuerzas Nuevas”. “Las escuelas han abierto oficialmente las puertas el pasado viernes, 20 de febrero, pero el lunes 23 solo fueron los alumnos a clase y tuvieron que ser mandados a casa de nuevo porque no había maestros” dice el misionero.
“El gobierno de Abidján ha enviado docentes, pero muchos no se han presentado al trabajo, porque no hay estructuras. Durante la guerra civil, los rebeldes destrozaron todo lo que según ellos “pertenece al gobierno”, no solo los cuarteles o puestos de policía, sino también hospitales y escuelas. La mayor parte de las escuelas han quedado reducidas a un cúmulo de escombros. Bancas e instituciones financieras están cerradas y los docentes no podrían retirar el sueldo en el lugar. Hasta el momento las únicas estructuras en fase de reconstrucción son los tres cuarteles donde los militares rebeldes deberán retirarse una vez concluido el proceso de desarme”.
“Existe otro problema” prosigue el misionero. “Hasta hace algunos meses, en las pocas escuelas que quedaban, la administración provisional de los rebeldes había puesto en marcha el años escolar reclutando maestro improvisados. Se trataba en su mayoría de alumnos más grandes que actuaban como maestros provisionales. Ahora estos reclaman del gobierno de Abidján los estipendios y la conservación del puesto de maestro. Piden más de 4 millones de francos CFA por cabeza. Se trata de un estipendio más alto que el de los mismo maestros regulares. El gobierno hasta el momento no ha querido ceder a las peticiones de los profesores improvisados. En algunos casos, los maestros improvisados han impedido a los docentes regulares el tomar posesión de la cátedra provocando alborotos con patadas y puños”.
“También los chicos provenientes de las zonas rebeldes y refugiados en las zonas controladas por el gobierno, tiene dificultad en ir a la escuela” afirma e misionero. “Solo los chicos residentes han comenzado regularmente el año escolar. Los hijos de los desplazados no han sido todavía admitidos a clase. Hay algunos problemas organizativos. Normalmente las clases en Costa de Marfil son ya muy numerosas, con 40-50 alumnos y ahora con la llegada de los prófugos se llega hasta 100 alumnos por clase. Es una situación claramente insostenible”.
“Las escuelas católicas son las únicas que han iniciado regularmente el año escolar” afirma el religioso. “Entre las numerosazas actividades realizadas por la Iglesia católica quisiera recordar el programa iniciado en una parroquia de Bouaké para la recuperación de chicas capturadas por la guerrilla en los pasados meses. Se trata de chicas de 12-16 años que han sufrido toda clase de violencias”.
“A pesar de las dificultades, el clima ha cambiado. Se advierte el deseo de pasar esta página y termina con la guerra y la división del país. El 8 de marzo deberá partir el programa de desarme ya varias veces aplazado y esperamos que esto marque el inicio definitivo del proceso de normalización de Costa de Marfil” concluye el misionero. (LM) (Agencia Fides 26/2/2004 Líneas: 39 Palabras: 539)


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