Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Antananarivo (Agencia Fides) – El 16 de mayo de 1967 comenzaba la aventura de las Hermanas Nazarenas en Madagascar. El inspirador de aquella misión fue el padre Giuseppe Archetto CM, que seis años antes había recorrido el sur del país para preparar la llegada de los Misioneros Vicentinos de la provincia de Turín. Visitando el inmenso distrito de Ihosy encontró enfermos, pobres y niños necesitados de ayuda. De regreso en Italia manifestó su “sueño” de ver a las Hermanas Nazarenas trabajando en aquella región. La Comunidad aceptó y en 1967, a bordo del buque a vapor Jean Laborde, cuatro hermanas llegaban para implantar su primera comunidad misionera fuera de Italia.
Las Hermanas Nazarenas de la Pasión, conocidas simplemente como Hermanas Nazarenas, forman parte de la Familia Vicentina. Fueron fundadas en Turín en 1865 por el padre Marcantonio Durando, visitador de los Misioneros Vicentinos de Turín, beatificado en el 2002 por Juan Pablo II. El espíritu del instituto es el de servir a los que sufren como miembros dolientes de Cristo crucificado, yendo a asistirlos a domicilio – de día y de noche – y ayudar a educar a la infancia desamparada. Después de la muerte del Fundador las Hermanas Nazarenas, además de en el Piamonte, han abierto otros centros en Lombardía y Liguria, pero fue gracias a la iniciativa del padre Giuseppe Archetto que la Compañía – afiliada desde 1901 a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl – ha podido desarrollarse en tierra de misión.
Hoy las Hermanas Nazarenas – como señala el periódico Información Vicentina – registran en Madagascar una presencia capilar en todo el país. En la capital Antananarivo administran una casa de estudio y de acogida y en el resto de la isla trabajan en leproserías, dispensarios, orfanatos, oratorios, escuelas maternas y elementales, centros de asistencia para ancianos y pobres y centros para la formación de las novicias. Su Comunidad cuenta con 11 casas y alrededor de 100 hermanas (casi todas malgaches) de las que la mitad son novicias, lo que hace esperar positivamente para el futuro de la misión. (A.M.) (Agencia Fides 11/7/2008; líneas 23 palabras 347)
