AMERICA/VENEZUELA - Exhortación de los Obispos al termino de la Asamblea Plenaria: “Hay que decir un no a la muerte y la violencia, y un sí a la vida y a la paz”

viernes, 11 julio 2008

Caracas (Agencia Fides) - Los Obispos de Venezuela han publicado al termino de su Asamblea Plenaria una Exhortación Pastoral que lleva por titulo: “Unidos en la Justicia y la Rectitud”, en la que exponen algunas inquietudes y propuestas sobre la realidad nacional en este momento histórico, con el fin de ofrecer “una orientación ética y moral para el discernimiento y la actuación de los fieles”.
En primer lugar recuerdan la graves amenazas contra la vida que se dan en la actualidad en el país “que se manifiesta en el irrespeto a la vida desde sus comienzos; el influjo perverso del tráfico y consumo de estupefacientes; el relajamiento de las costumbres, hasta llegar a la corrupción de los niños, adolescentes y jóvenes en sitios de esparcimiento y planteles educativos; la trata de seres humanos, con fines de prostitución y de explotación”. Para los Obispos la causa de todo esto se debe ante todo en una profunda crisis moral. Precisamente uno de “los problemas más graves que sufre el venezolano es el de la inseguridad física, jurídica y económica”, lo cual “debilita la esperanza de un pueblo que históricamente se ha caracterizado por su actitud respetuosa de la vida de las personas”. Esta situación que ya fue denunciada por los Obispos hace 7 años se ha visto ahora incrementada debido a “la carencia de políticas públicas efectivas de seguridad ciudadana que garanticen la paz social y el derecho a la vida de las personas” y al aumento alarmante del secuestro y retención indebida de personas, sobre todo en las zonas fronterizas.
Por ello, los Obispos realizan un llamamiento a “quienes tienen la responsabilidad de la seguridad ciudadana para que asuman con decisión la urgencia de resolver la problemática de la inseguridad, que ha pasado a ser la mayor preocupación del pueblo venezolano”. Y exigen al gobierno nacional que realice todos los esfuerzos posibles “para lograr la liberación de las personas que se encuentran actualmente secuestradas”. Piden también que haga todo lo posible a todos los niveles para “erradicar el funesto tráfico de seres humanos” . “Hay que decir un no a la muerte y la violencia, y un sí a la vida y a la paz”, afirman los Obispos.
Otro tema que afrontan se refiere al problema de la educación en el país recordando que la educación de calidad es un derecho de todas las personas. “Nuestro pueblo siempre ha tenido en alta estima la educación impartida en los centros educativos de la Iglesia”, continua la Exhortación. Por ello, muestran su preocupación ante las “dificultades encontradas para que los organismos oficiales competentes honren los convenios ya establecidos, principalmente en el ajuste anual de los presupuestos para cumplir con las obligaciones salariales del personal”. Y advierten sobre la amenaza que supone para algunas instituciones educativas católicas y privadas, en el orden presupuestario, por el necesario aumento del costo de la matrícula escolar, lo cual supondrá que muchos padres no podrán optar por una educación cristiana para sus hijos. “Es necesario que las autoridades educativas favorezcan el diálogo y la concertación con las organizaciones educativas católicas, de tal modo que se encuentren soluciones pertinentes y permanentes en bien de miles de estudiantes que se forman en esos centros educativos”, exhortan los Obispos.
En cuanto al clima político-electoral los Obispos constatan la crispación que existe en la actualidad en el país “que no es saludable para el importante evento electoral que se avecina”. Por ello, “se hace necesario el diálogo, el respeto a las personas y sus derechos y al ordenamiento jurídico vigente para no entorpecer este proceso”. Recuerdan a continuación a los candidatos y principales actores políticos su gran responsabilidad en este proceso electoral pues “más que unos cargos, están en juego valores esenciales de la democracia, a saber: el pluralismo, la libertad, la honestidad, la justicia, la paz”. Así mismo exhortan al Consejo Nacional Electoral a cumplir su deber “de garantizar la pulcritud del proceso, su fácil acceso, la difusión inmediata de los resultados y el acatamiento de los mismos, como voluntad popular que de ese modo se expresa, sin que pueda anteponérsele ningún otro interés, grupal o individual, ideológico o de cualquier otra naturaleza”. Así mismo piden una auténtica separación de poderes como garantía de ejercicio pleno de la democracia.
“Nuestro pueblo quiere la vida, y una vida digna. Ésta se consigue con actitudes y políticas que promuevan el reconocimiento de la dignidad personal, los valores humanos, la paz, el respeto a las diferencias, el diálogo sincero y la apertura a los otros”, concluye la Exhortación. (RG) (Agencia Fides 11/7/2008)


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