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Manila (Agencia Fides) - Con vistas a las elecciones del próximo mes de mayo, el gobierno de Manila esta reduciendo el tiempo para alcanzar un acuerdo con los distintos grupos rebeldes presentes en el país. Mientras se espera el inicio de los coloquios con los guerrilleros islámicos del Moro Islamic Liberation Front, con la mediación de Malasia, en Oslo, Noruega, están en curso las tratativas con los grupos de ideología comunista del New People’s Army (NPA) que combaten desde hace 35 años y con los cuales se habían suspendido las negociaciones desde hace dos años.
En las primeras sesiones del dialogo, el NPA ha pedido al gobierno firmar una declaración conjunta en la que se pide quitar su sigla de la lista de las organizaciones terroristas que posee en Departamento de Estado Americano y la Unión Europea.
Por el momento la petición no ha sido aceptada por el gobierno y los negociadores filipinos, dirigidos por Silvestre Bello, han pedido explícitamente que la guerrilla muestre antes de nada “una justificación legal y moral” bloqueando las operaciones armadas y las extorsiones con las que los guerrilleros financian sus actividades, sobre todo en este tiempo de campaña electoral.
El portavoz de los rebeldes, Gregorio Rosal, ha declarado: “No somos terroristas, Si lo que hemos hecho en el país fuese terrorismo, la gente no nos habría apoyado durante treinta años y no nos habrían confiado sus propios hijos en nombre de la revolución”. El NPA pide también que se libere a los prisioneros políticos y una indemnización por las víctimas y las atrocidades sufridas por los militares del ejercito regular durante el reinado del dictador Ferdinando Marcos (PA) (Agencia Fides 12/2/2004 Líneas: 21 Palabras: 288)
