VATICANO - “Cristo nos ha dejado dos mandatos precisos: predicar y curar. La Iglesia no puede renunciar a ofrecer su testimonio misionero en el mundo de la salud”. Entrevista al Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, el Cardenal Javier Lozano Barragán

jueves, 5 febrero 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – La XII Jornada Mundial del Enfermo se celebrará el 11 de febrero próximo en Lourdes, con ocasión del 150 Aniversario de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. En efecto, el tema de la Jornada de este año es: “La Inmaculada Concepción y la Salud en las raíces cristianas de Europa”. Por esta razón, S. Em. el Card. Javier Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud y Enviado Especial del Santo Padre a Lourdes, ha contestado a algunas preguntas que le ha dirigido la Agencia Fides.

Agencia Fides: La Iglesia siempre ha considerado su presencia en el mundo de los enfermos como parte de la misión confiada por Cristo. Los primeros hospitales fueron fundados por religiosos y, todavía hoy, los dispensarios de los misioneros son en muchos lugares los únicos puntos de referencia para millares de personas. Según algunos, estas personas deberían ser empleadas en la evangelización directa, dejando a las estructuras públicas la asistencia sanitaria. ¿Qué piensa usted de esto?
Card. Lozano Barragán: Voy a responder a esta pregunta con algunas anécdotas. En un ocasión vino a visitarme el Embajador de Libia, país musulmán, pidiéndome, en nombre del Jefe de gobierno, 500 religiosas para destinar en los hospitales. En una visita ad limina una Obispo de Egipto, país musulmán, me dijo que en los hospitales los enfermos quieren la presencia de religiosas: prefieren incluso recibir un vaso de agua de una religiosa antes que medicinas de un médico. Consecuentemente, la Iglesia no debe renunciar a la Pastoral de la Salud. Los gobiernos deben comprometerse en los centros sanitarios de acuerdo y en armonía con la Iglesia que, sin embargo, debe dar siempre su propio testimonio en el campo de la salud. Cristo nos ha dado dos mandatos: predicar y curar. La curación no es sólo de tipo físico sino también psíquico, social y espiritual.

Agencia Fides: En la Carta apostólica “Salvificis doloris”, el Santo Padre afirma que “el sufrimiento pertenece a la vicisitud histórica del hombre, el cual debe aprender a aceptarlo y a superarlo”. ¿Cómo ayudar a la humanidad a afrontar de modo sereno y consciente esta situación?
Card. Lozano Barragán: En primer lugar es necesario ser realistas: el sufrimiento existe. Después, es necesario mirar a nuestro alrededor y ver todas las soluciones que la humanidad ha tomado en consideración respecto del sufrimiento a lo largo de todo el curso de la historia hasta hoy. Los escépticos y los budistas dicen que no se debe pensar en el dolor, los hindúes sostienen que el sufrimiento es un culpa por expiar que llevará a la reencarnación y, si te portas bien, a un estado superior de gloria. Otros sostienen la existencia de principios malos y principios buenos, y es necesario hacer todo lo que podamos para alejar aquellos malos trascendentes o inmanentes, dentro o fuera de cada uno. Todas estas son soluciones ficticias. El mal como tal no es una entidad, es una privación. La única solución es la que convierte el mal en fuente del bien: es Cristo que toma todo el mal, el pecado de la humanidad, se hace pecado por nosotros hasta morir y de la muerte brota la flor bellísima de la Resurrección. Todo esto no es sólo una idea sino que es historia: el Hijo de Dios se ha hecho hombre, ha muerto y ha resucitado por nosotros. La Redención es el único camino para vencer el mal. Quien acepta este principio se llena de luz, quien lo rechaza permanece en las tinieblas.

Agencia Fides: En el Mensaje que el Santo Padre ha enviado para la Jornada del Enfermo 2004, se subrayan los grandes progresos de la ciencia en el campo de la ingeniería genética y se llama nuevamente la atención a los científicos con respecto a los derechos y la dignidad de la persona desde el primer momento de su concepción. ¿Por qué muchos juzgan esta posición de la Iglesia como atrasada e incluso como un obstáculo al progreso del bienestar de la humanidad?
Card. Lozano Barragán: Porque no tienen bien claro el significado de la vida. La vida es el don más importante y absoluto, y cualquier cosa destinada a destruirla no es progreso, es más bien un retroceso. Y la Iglesia nunca ha sido favorable al retroceso. La Iglesia defiende el progreso que dispone de la tecnología, que tiene por horizonte la posibilidad, y de la ética, que tiene como horizonte la finalidad . Si ponemos juntos tecnología, ciencia y ética, sin control, entonces estamos desencadenando una máquina enloquecida que avanzará en cualquier dirección, también hacia la destrucción del hombre. En cambio, si unimos la bioética y la biogenética se indica una dirección que lleva a la construcción y a la no aniquilación del hombre. Solamente la ética tiene la capacidad de establecer cuAndo el “progreso” amenaza con destruir al hombre: acepta todo lo que construye al hombre mientras que rechaza lo que intenta destruirlo.

Agencia Fides: Una última pregunta: la celebración principal de la Jornada del Enfermo se desarrolla en Lourdes. ¿Qué vínculo específico une a María con el mundo del sufrimiento?
Card. Lozano Barragán: El vínculo específico es su propio Hijo, Jesús. El único medio de liberarnos del sufrimiento es Cristo Señor, que con su Cruz ha destruido la muerte y todas sus consecuencias, las enfermedades, el dolor, el sufrimiento. (AP) (Agencia Fides; Líneas: 70; Palabras: 935)


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