VATICANO - La personalidad, humana y sacerdotal del Cardenal Bernardin Gantin “constituía una síntesis maravillosa de las características del ánimo africano con aquellas propias del espíritu cristiano, de la cultura y de la identidad africana y de los valores evangélicos”

miércoles, 28 mayo 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – En la “perspectiva de fe y de esperanza en la resurrección” el 23 de mayo se celebró en la Basílica Vaticana la Santa Misa en sufragio del Card. Bernardin Gantin, Decano emérito del Colegio Cardenalicio, fallecido el 13 de mayo (ver Fides 14/5/2008). Al final de la Misa, el Santo Padre pronunció la homilía en la que recordó a este “fiel y devoto servidor de la Iglesia por largos años”. “Es difícil sintetizar brevemente las mansiones, las tareas y los encargos pastorales – dijo Benedicto XVI – que en rápida sucesión caracterizaron las etapas de su existencia terrena terminada, a la edad de 86 años, en el hospital parisino Georges Pompidou. Hasta el final quiso dedicarse con amable disponibilidad al servicio de Dios y de los hermanos, dando testimonio del lema que escogió en ocasión de la Ordenación episcopal: 'In tuo sancto servitio'. Su personalidad, humana y sacerdotal constituía una síntesis maravillosa de las características del ánimo africano con aquellas propias del espíritu cristiano, de la cultura y de la identidad africana y de los valores evangélicos. Ha sido el primer eclesiástico africano que ocupó cargos de altísima responsabilidad en la Curia Romana, y los llevó a cabo siempre con su típico estilo humilde y simple, cuyo secreto debe buscarse probablemente en las sabias palabras que su mamá le quiso repetir cuando fue creado Cardenal, el 27 de junio de 1977: ‘No te olvides nunca del lejano y pequeño pueblo del que provenimos’.”
El Santo Padre ha evidenciado los “no pocos recuerdos personales” que lo unen al Card. Gantin, “a partir justamente de cuando juntos recibimos el birrete cardenalicio de las manos del venerado Siervo de Dios, el Papa Pablo VI, hace unos 31 años. Juntos hemos colaborado aquí, en la Curia Romana, teniendo contactos frecuentes, que me han permitido de apreciar cada vez más su prudente sabiduría, así como su fe sólida y su apego sincero a Cristo y a su Vicario en la tierra, el Papa. Cincuenta y siete años de sacerdocio, cincuenta y uno de Episcopado y treinta y uno de púrpura cardenalicia: esta es la síntesis de una vida que se ha gastado por la Iglesia”.
Después de haber recorrido las etapas fundamentales de su largo servicio a la Iglesia, Benedicto XVI evidenció que del ministerio pastoral del Cardenal Gantin “surge un constante amor por la Eucaristía, fuente de santidad personal y de sólida comunión eclesial, que encuentra en el Sucesor de Pedro su fundamento visible”. En la Basílica Vaticana, celebrado la última Santa Misa antes de dejar Roma, él subrayó la unidad que la Eucaristía crea en la Iglesia. “En su homilía – recordó el Papa – citó la celebre frase del Obispo africano San Cipriano de Cartago, que se encuentra en la Cúpula: ‘Desde aquí la única fe refulge para el mundo: de aquí brota la unidad del sacerdocio’. Podría ser éste el mensaje que nosotros recogemos del venerado Cardenal Gantin como su testamento espiritual”. (S.L.) (Agencia Fides 28/5/2008; Líneas 32, Palabras 500)


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