AFRICA/SUDÁFRICA - Los emigrantes: un cómodo chivo expiatorio para los problemas de Sudáfrica, país que se prepara para el mundial de fútbol

martes, 20 mayo 2008

Johannesburgo (Agencia Fides)- La violencia xenófoba contra los emigrantes en Sudáfrica levanta inquietantes interrogantes. En primer lugar, ¿se ha hecho todo lo posible para prevenir el desencadenamiento de la violencia? ¿Quiénes son los grupos organizados responsables de los ataques contra extranjeros? De ser verdad que los emigrantes son acusados de ser la causa principal de los problemas del país (criminalidad, desocupación), ¿qué remedios han sido propuestos para favorecer su integración?
A estas preguntas se agrega una más: ¿por qué ahora? Dentro de dos años se disputará el Mundial de fútbol, una cita esperada por todo el país, incluso por los estratos sociales más bajos, como una ocasión para mejorar la propia posición económica y social.
En este contexto, la presencia de millones de emigrantes irregulares puede ser vista por algunos ambientes como un obstáculo, un impedimento a las ocasiones que este evento ofrece. No ha sido una coincidencia el que tras los ataques en Alexandria, en la cercanías de Johannesburgo, donde se dio el primer enfrentamiento, siguieron protestas de algunas asociaciones, incluso la de los taxistas, que lamentaban el hecho de que los emigrantes les estaban robando el trabajo, ofreciendo tarifas más bajas. Es entonces que a alguien se le ocurrió ir contra los emigrantes clandestinos para disminuir en el mediano plazo la situación de la criminalidad, todo en vista al evento del 2010. Tal “estrategia” tenía que ser realizada ya desde ahora pues a las cercanías del Mundial habría creado una publicidad negativa”.
En tal contexto el rol de la criminalidad organizada que controla tráficos de todo tipo y que tiene la intención de tomar su parte en el Mundial no debe ser excluido. Sin embargo la acción que culpa a los emigrantes clandestinos es peligrosa a mayor escala, pues se corre el riesgo de alimentar un incendio mucho mayor en el mosaico de etnias que es Sudáfrica, con consecuencias devastadora para todo el continente.
Es triste constatar cuan ofuscado está el mensaje de fraternidad y tolerancia divulgado en toda África y al mundo por el primer Presidente de Sudáfrica post-apartheid, Nelson Mandela. Los militantes sudafricanos que luchaban contra el régimen racista encontraron refugio en los países de los que provienen los emigrantes víctimas de las recientes violencias. “Estamos pagando la generosidad de estas naciones asesinando a sus hijos”, recuerdan estas voces de la conciencia sudafricana.
Sudáfrica es un país con un enorme potencial y también con muchos problemas: alta tasa de desocupación, alta incidencia de la criminalidad, difusión del SIDA. Problemas enormes, debidos solo en parte a los emigrantes que se han visto convertidos en cómodos chivos expiatorios. Una tendencia común en otras partes del mundo, incluso en la misma Europa. (L.M.) (Agencia Fides 20/5/2008 líneas 33 palabras 448)


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