EUROPA/IRLANDA - Se abre hoy en Dublín la Conferencia sobre las bombas de racimo, "mecanismos mortales "

lunes, 19 mayo 2008

Dublín (Agencia Fides) - Se abre hoy, 19 de mayo, en la capital irlandesa, Dublín, la Conferencia sobre las bombas de racimo ("cluster bomb"). Se trata de un tipo de mecanismo que plantea graves problemas de carácter humanitario cuyas consecuencias pueden durar decenas de años. El cluster bomb es un contenedor (bomba de avión, cohete, proyectil de artillería o mortero) que contiene centenares de bombas más pequeñas (llamadas submuniciones). Una vez sobre el objetivo, un mecanismo a tiempo o barométrico determina la expulsión de los mecanismos más pequeños, que son diseminados en un área muy vasta. Las bombas están programadas para estallar al impactar con el suelo, pero hay una porcentual variable que queda sin estallar. Estas bombas pueden permanecer activas por muchos años, convirtiéndose un peligro para las poblaciones civiles, en particular para los campesinos y niños, que atraídos por estos objetos los recogen y son víctimas de la explosión.
Las bombas de racimo han sido utilizadas en 21 Países entre ellos Bosnia, Irak, Servia, Kosovo, Líbano. Éste armas fueron concebidas durante la "guerra fría" (aunque ya fueron utilizadas durante la Segunda Guerra Mundial por algunos contendientes) para afrontar grandes concentraciones de tropas y medios acorazados, pero casi nunca se han empleado para su objetivo original. Según las organizaciones humanitarias, que luchan desde hace años para prohibir su fabricación y empleo, el 98% de las víctimas de los cluster bomb son civiles.
Tras las huellas del Tratado que eliminó las minas antipersona, firmado en Ottawa en 1997, se trata de alcanzar un acuerdo similar para la prohibición de las bombas de racimo. Efectivamente, las pequeñas bombas que quedan sin estallar se comportan como minas, quedando a largo del terreno, con consecuencias humanitarias y económicas muy pesadas. Nos requieren años y gastos no pequeños para sanear las áreas golpeadas por estos mecanismos, exactamente como ocurre por las minas.
El Santo Padre Benedicto XVI, en vísperas de la abertura de la Conferencia de Dublín, en el curso de su visita pastoral a Génova, ha pedido que se abandonen definitivamente estos "mortales mecanismos" para evitar terribles sufrimientos a las poblaciones. Alcanzar el objetivo no será fácil porque los Países que no han adherido al Tratado que prohíbe las minas antipersona han levantado objeciones de carácter técnico sobre la prohibición de los cluster bomb. Los productores afirman que han puesto a punto mecanismos de cebador muy fiables con los que el 99% de las bombas estallarían inmediatamente tras el impacto reduciendo drásticamente el número de mecanismos sin estallar. Hay 210 modelos diferentes de bombas de racimo producido por 34 Países, y son 75 los Estados que detienen en sus arsenales estos mecanismos por un total mundial de mil millones de submunciones. (L.M) (Agencia Fides 19/5/2008 Líneas: 35 Palabras: 465)


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