OCEANÍA/ISLAS SALOMÓN - Acuerdo entre Estado e Iglesia: en la cárcel se habla de autoestima, sentido de la vida y vocación, con el entusiasmo de los detenidos

viernes, 2 mayo 2008

Honiara (Agencia Fides) - Llevar una palabra de esperanza, una nueva perspectiva de vida a los detenidos que pasan largos días, meses o años de su vida entre los cuatro muros de un centro de corrección o un instituto penitenciario es el objetivo de una iniciativa de la Iglesia de las Islas Salomón que inauguró algunos cursos de formación dentro de las cárceles.
La Agencia Fides se ha enterado por la Iglesia local que los cursos buscan crear una nueva visión antropológica en los destinatarios, utilizando algunos elementos de psicología junto al anuncio de la fe y del amor de Dios. En efecto se quiere hacer crecer la autoestima de los detenidos, sus motivaciones personales y la esperanza de poder retomar una vida con otros horizontes. De esa manera los mismos detenidos pueden mejorar su propio Standard de vida y su propio bienestar psico-físico en la cárcel, iniciando así una nueva página en su vida y convirtiéndose en apoyo para sus familias una vez que hayan terminado su pena.
“Dios nos ha ‘hecho como un prodigio’, afirma el Salmo 139. Si cada detenido es capaz de intuir esta realidad en el propio corazón, es decir, el ser una criatura preciosa a los ojos de Dios, la vida cambia. Todo adquiere un sentido nuevo. Podemos hablarles de sentido de la vida, de amor y de vocación” explican a Fides los voluntarios católicos que se ocupan de la formación de los detenidos.
La enseñanza y la responsabilidad de los cursos ha sido confiada al salesiano p. Albert Swer, presidente de un Centro de Formación Profesional llamado Don Bosco, activo en la región de las Islas Salomón y que se está encargando de organizar la actividad al interior de los institutos penitenciarios. Los cursos ofrecen distintas materias: cultura general, artesanado, alfabetización informática y uso de la computadora, educación sanitaria, formación espiritual y estudios bíblicos. Duran por lo general tres semanas para que todos los detenidos puedan participar por turnos. “Su entusiasmo ha sido una respuesta maravillosa” hace notar p. Albert.
Siguiendo el estilo y la metodología educativa de Don Bosco, las actividades de los cursos, enriquecidas con el compartir, intercambio y confronto entre los mismo detenidos y con el personal docente, constituye una base para el proceso de rehabilitación global y para la reinserción de los encarcelados en la comunidad civil. Los resultados del proyecto han llevado a la Administración Penitenciaria de las Islas Salomón a alentar la continuación de la colaboración con el Instituto Don Bosco: “Se trata de una de las actividades de mayor éxito organizada en nuestras cárceles. Tiene en cuenta las exigencias más profundas de los detenidos: desarrollar capacidades y personalidad, aprender nuevas técnicas, pero sobre todo adquirir la motivación interior para iniciar una nueva vida en la comunidad, cuando sean liberados”, afirma Gibson Aldo, Director del Servicio Penitenciario de las Islas Salomón.
“Para nosotros es un privilegios poder nuevamente dar un servicio al interior de las cárceles. La actividad ya había sido experimentada hace ocho años pero fue interrumpida. Hoy esperamos llegue a ser una base constante de apoyo para la vida de los detenidos”, afirma p. Ambrose Pereira, Salesiano, Rector del Instituto Don Bosco en Henderson. (PA) (Agencia Fides 2/5/2008 líneas 40 palabras 555)


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