AFRICA/COSTA DE MARFIL - SEÑALES DE ESPERANZA PARA LA PAZ PERO ES NECESARIO ESTAR ATENTOS PARA QUE NO PREVALEZCA LA LÓGICA DE LA VIOLENCIA

jueves, 18 diciembre 2003

Abidján (Agencia Fides) – “Esperemos que esta Navidad sea diversa de la del año pasado: una Navidad de guerra, con el toque de queda que obligó a los fieles a celebrar la Vigilia de la Navidad a las tres de la tarde” dice a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia local de Abidján en Costa de Marfil. En septiembre del 2002 después de un fallido golpe de estado, estalló una sangrienta guerra civil que ha traído la división del país en dos, el norte en manos de los rebeldes y el resto bajo el control de las fuerzas fieles al Presidente Laurent Gbagbo.
“Esta año se respira un clima de cauto optimismo” dice la fuente de Fides, que precisa: “después de los acuerdos de Marcoussis (enero 2003) que pusieron fin a los combates y llevaron a la formación de un gobierno de unidad nacional, el proceso de pacificación del país se ha parado debido a que los ministros de los rebeldes han suspendido su participación en la reuniones del ejecutivo, como signo de protesta por el nombramiento de los ministros de Defensa y de Interior, efectuado por el Presidente Gbagbo sin consultar con todas las partes. Ahora, sin embargo, el mismo Presidente de Costa de Marfil realiza declaraciones conciliantes y manifiesta optimismo por una rápida conclusión de los acuerdos finales con los rebeldes”.
Según la fuente de Fides “se debe, sin embargo, ser prudente, pensando que el año pasado los militares rebeldes estaban dispuestos a firmar un acuerdo y poner fin a la guerra, pero de improviso salió a la luz lo que ha sido definido como la “parte política’ de la rebelión, que puso nueve condiciones e hizo fallar el acuerdo”. Para comprender mejor lo que ha sucedido es necesario recordar como se han producido los hechos que han llevado a Costa de Marfil a la situación actual. El septiembre del 2002 algunos militares intentaron un golpe de estado que falló por la reacción de los soldados fieles al Presidente Gbagbo. Los rebeldes consiguieron sin embargo, adueñarse de las zonas septentrionales y occidentales del país. En un primer momento parecía que los rebeldes estaban constituidos en su mayoría por ex militares deseosos de ser reintegrados en el rango del ejercito. Pero pronto surgió una dirigencia política con peticiones más amplias, en particular sobre la revisión de la ley de ciudadanía que discrimina a los marfileños de origen extranjero. “El problema es que aquí todos intuyen un poco que detrás de la llamada “política” de la rebelión hay otros protagonistas no solo marfileños que permanecen en la sombra y que persiguen su propia agenda política. Se trata pues de una crisis compleja por lo que se debe ser todavía muy prudente” dice la fuente de Fides. “Los militares de las dos partes están de todas formas, haciendo progresos para poner a punto un plan detallado para el desarme y la suspensión de los puestos de bloqueo entre las zonas en manos de los rebeldes y las que están en manos gubernativas”.
Existen tensiones también en el campo de los seguidores del Presidente Gbagbo. Según fuentes de la prensa, ayer 17 de diciembre, cerca de 250 “jóvenes patriotas” (una milicia cercana al Jefe de Estado) se reunieron en Abidján para iniciar la reconquista de las zonas en manos de los rebeldes. Al no llegar los automóviles prometidos para su transporte no pudieron partir. El Presidente ha anunciado que dirigirá un mensaje televisivo a sus seguidores para calmar los ánimos. “Además de los jóvenes hay también sujetos del ejercito gubernativo que intentan una solución militar. Es necesario por ello que la comunidad internacional esté muy atenta para que prevalezca la paz en Costa de Marfil” concluye nuestra fuente. (LM) (Agencia Fides 18/12/2003 Líneas: 45 palabras: 640)


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