VATICANO - El Papa a los Obispos de Caucaso: "Los atormentados sucesos del siglo pasado no han apagado la llama del Evangelio que, a lo largo de las generaciones, ha encontrado en el Caucaso un terreno fértil”

viernes, 25 abril 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Os saludo con afecto y, por vuestro medio, quisiera hacer llegar también mi cordial pensamiento a los sacerdotes, vuestros primeros colaboradores, a las personas consagradas y a todos los fieles de vuestras comunidades, como también a los miembros de otras Confesiones cristianas y de otras Religiones que pueblan el Caucaso, tierra rica en historia y cultura, crisol de civilización y encrucijada entre Oriente y Occidente". Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los Obispos del Caucaso Meridional, recibidos en audiencia el 24 de abril al final de la mañana, con ocasión de la visita "Ad Limina Apostolorum".
"Tras la caída de la Unión Soviética -dijo el Papa en su discurso-, vuestras poblaciones han conocido cambios sociales significativos en el camino del progreso, pero siguen existiendo situaciones difíciles: hay muchos pobres, desocupados y refugiados, que las guerras han alejado de sus casas. Sin embargo, los atormentados sucesos del siglo pasado no han apagado la llama del Evangelio que, a lo largo de las generaciones, ha encontrado en el Caucaso un terreno fértil, a pesar de las contraposiciones violentas, tanto internas como externas, que han causado numerosas víctimas, entre las que la Iglesia incluye a muchos mártires de la fe".
Benedicto XVI ha subrayado que la actividad pastoral se desarrolla "en un territorio dónde continua habiendo tantos desafíos sociales y culturales, y dónde la comunidad católica constituye un 'pequeño rebaño’, que vive su propia fe en contacto con otras confesiones cristianas y otras Religiones". En tal contexto el Santo Padre ha animado a los católicos a intensificar cada vez más su colaboración con las otras Iglesias y con los seguidores de otras Religiones. "Se debe demás impedir que, allí donde el comunismo no logró erosionar la identidad católica, formas insidiosas de presión puedan debilitar en algunos el sentido de pertenencia eclesial. Por ello, me uno a la aspiración de vuestras comunidades católicas, para que se les reconozca la personalidad jurídica en el respeto de la naturaleza propia de la Iglesia católica”.
En este camino no carente de obstáculos, el Papa ha exhortado a la esperanza y a mantener la confianza incluso en medio de las tribulaciones: "¡Animad y sostener a vuestros fieles, para que ante las dificultades no disminuya su alegría de profesar la fe y de pertenecer a la Iglesia católica. Es la alegría que nace en el corazón de aquel que sigue a Cristo Señor y está dispuesto a dar testimonio de su Evangelio”.
El Papa ha exhortado a continuación a rezar por las vocaciones y a promover las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada: "Es necesario que en Armenia, en Azerbaiyán y en Georgia las futuras generaciones puedan contar con un clero que sea santo, que viva con alegría su vocación y que se dedique con generosidad a la atención de todos los fieles". Se debe reservar también una especial atención a las familias, los que " a causa de la mentalidad inculcada en la sociedad y heredada del período comunista, encuentran no pocas dificultades y están marcadas por las heridas y los atentados contra la vida humana que desgraciadamente se registran en muchas otras partes del mundo”.
El Santo Padre se ha mostrado impresionado por la atención reservada a las necesidades de los pobres y de las personas en dificultad, subrayando que dichas actividades “se realizan con espíritu evangélico". Después exhortar a que "cada comunidad trabaje siempre con este espíritu", Benedicto XVI ha recordado que entre los Pastores del rebaño de Cristo son necesarias "relaciones de constante colaboración caracterizadas por la confianza y el apoyo recíproco", que se realizan por medio de encuentros y momentos de verificación periódica para la elaboración de planes pastorales, especialmente para la preparación a los Sacramentos. "Que dichos planes apunten sobre todo a la formación de las conciencias de los fieles según la ética evangélica con una atención privilegiada a los jóvenes" ha recomendado el Papa confiando la Iglesia del Caucaso a la Virgen Maria: "Que Ella os obtenga el don de la unidad y la paz para que, caminando en el nombre de Cristo, podáis construir juntos, por encima de toda diversidad, una sociedad donde reine la justicia y la paz". (S.L) (Agencia Fides 25/4/2008; Líneas: 52 Palabras: 738)


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