VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Estados Unidos- "Estoy contento de poder encontrar, en este momento histórico tanto para la Iglesia como para las Naciones Unidas, a este gran pueblo y a esta gran Iglesia”

jueves, 17 abril 2008

Ciudad del Vaticano, Agencia Fides, - "Mi viaje tiene sobre todo dos objetivos. El primer objetivo es la visita a la Iglesia en América, en los Estados Unidos. Existe un motivo particular: la diócesis de Baltimore, hace 200 años, fue elevada a sede metropolitana y a la vez nacieron otras cuatro diócesis: Nueva York, Filadelfia, Boston y Louisville.… Segundo objetivo, la visita a las Naciones Unidas. También aquí hay un motivo particular: han pasado 60 años de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre. Ésta es la base antropológica, la filosofía fundante de las Naciones Unidas, el fundamento humano y espiritual sobre el que están construidas. Por lo tanto es realmente un momento de reflexión, un momento de volver a tomar conciencia de esta etapa importante de la historia". Así el Santo Padre Benedicto XVI ha resumido los motivos principales de su visita pastoral a Estados Unidos, respondiendo a los periodistas durante el viaje aéreo de Roma a Washington.
Contestando a una pregunta sobre el grave tema de los abusos sexuales, el Santo Padre ha dicho: "Es un gran sufrimiento para la Iglesia en los Estados Unidos y para la Iglesia en general, y para mí personalmente… Estoy avergonzado y haremos todo lo posible para asegurar que esto no se repita en el futuro". A continuación Benedicto XVI ha dicho que la Iglesia quiere actuar a tres niveles: el primero es el plano de la justicia y el plano político. "Excluiremos rigurosamente a los pedófilos del sagrado ministerio: es absolutamente incompatible y quien es verdaderamente culpable de ser pedófilo no puede ser sacerdote… Estos son los dos aspectos de la justicia: uno es que los pedófilos no pueden ser sacerdotes y el otro es ayudar en toda manera posible a las víctimas. Después está el plano pastoral. Las víctimas necesitarán sanación, ayuda, asistencia y reconciliación.… los Obispos y los sacerdotes y todos los católicos en los Estados Unidos harán lo posible por ayudar, asistir, curar". El tercer punto concierne la formación de los seminaristas, que debe ser profunda desde el punto de vista espiritual, humano e intelectual. "Sólo personas sanas pueden ser admitidas al sacerdocio y sólo personas con una profunda vida personal en Cristo y que tengan también una profunda vida sacramental… porque es más importante tener buenos sacerdotes que tener muchos".
Sobre el crecimiento de la presencia hispánica en la Iglesia de los Estados Unidos, sobre los movimientos anti-inmigración en la sociedad y sobre la situación precaria de muchos emigrantes, el Papa ha afirmado: "Ciertamente hablaré de este punto… he visto la amplitud de este problema, sobre todo el grave problema de la separación de las familias. Y esto verdaderamente es peligroso para el tejido social, moral y humano de estos países… La solución fundamental es que ya no exista necesidad de emigrar porque haya en la propia patria suficientes puestos de trabajo, un tejido social suficiente… Luego, medidas a breve plazo: es muy importante ayudar sobre todo a las familias… Luego, naturalmente, hay que hacer lo posible contra la precariedad y contra todas las violencias, y ayudar para que puedan tener realmente una vida digna allí donde se encuentren actualmente".
Otra pregunta se ha referido el reconocimiento público de la religión en Estados Unidos y el Santo Padre ha afirmado a este respecto que en Estados Unidos “comenzaron con un concepto positivo de laicidad, porque este nuevo pueblo estaba formado por comunidades y personas que habían huido de las Iglesias de Estado y querían tener un Estado laico, secular, que abriera posibilidades a todas las confesiones, para todas las formas de ejercicio religioso. Así nació un Estado intencionalmente laico: eran contrarios a una Iglesia de Estado. Pero laico debía ser el Estado precisamente por amor a la religión en su autenticidad, que puede vivirse sólo libremente. Y así encontramos este conjunto de un Estado intencional y decididamente laico, pero precisamente por una voluntad religiosa, para dar autenticidad a la religión.… Este me parece un modelo fundamental y positivo".
El Santo Padre también se ha expresado sobre el papel de las Naciones Unidas en la salvaguardia de los principios considerados “no negociables" por la Iglesia Católica. Benedicto XVI ha afirmado: "Es precisamente el objetivo de las Naciones Unidas: que salvaguarden los valores comunes de la humanidad, sobre los cuales se basa la convivencia pacífica de las Naciones: la observancia de la justicia y el desarrollo de la justicia. Ya he mencionado brevemente que me parece muy importante que el fundamento de las Naciones Unidas sea precisamente la idea de los derechos humanos, de los derechos que expresan valores no negociables, que preceden todas las instituciones y son el fundamento de todas las instituciones”.
Por último, el Papa ha expresado sus sentimientos por el viaje apostólico, con estas palabras: “¡Voy a los Estados Unidos con alegría! He estado anteriormente varias veces en los Estados Unidos, conozco este gran país, conozco la gran vivacidad de la Iglesia a pesar de todos los problemas, y estoy contento de poder encontrar, en este momento histórico tanto para la Iglesia como para las Naciones Unidas, a este gran pueblo y a esta gran Iglesia". (S.L) (Agencia Fides 17/4/2008; Líneas: Palabras:


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