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Acapulco (Agencia Fides) - En el contexto de las celebraciones jubilares de la Arquidiócesis de Acapulco, que está por cumplir los 50 años de su erección, el Seminario del Buen Pastor organizó la semana pasada, como parte de su programa académico, un Congreso de Bioética con el tema “La eutanasia y el aborto: retos y desafíos en México”, con la participación de especialistas en la
materia. El Congreso se realiza además en el contexto del inminente veredicto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre el recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República, ante la aprobación de la Interrupción Legal del Embarazo en el Distrito Federal.
Ante la cultura de la muerte, “la Iglesia quiere seguir insistiendo en el sí a la vida que se desprende del mensaje del Evangelio de Jesucristo y que no puede ser negociable ni prescindible”, se lee en el comunicado de la Arquidiócesis de Acapulco . “El sí a la vida lo entendemos de una manera integral, es decir, desde la gestación hasta la muerte de manera natural, dado que la vida es un don del Creador”, lo cual incluye necesariamente la atención a todas las situaciones en las que la vida se ve amenazada y “ante las grandes amenazas a la vida tan presentes en nuestros pueblos como la desnutrición, el desempleo, los salarios de hambre, las adicciones, la violencia, el crimen organizado, y todas las situaciones que inciden en el deterioro de la vida y de la dignidad de las personas, sobre todo de quienes viven en situación de alta vulnerabilidad como los aún no nacidos, los ancianos, los indígenas, los enfermos, las mujeres y los niños”, continua el comunicado.
Consideran además que “el derecho a la vida es un derecho natural, reconocido por la sana razón”, es pues “un asunto de derechos humanos, el primero y el fundamental de todos”. Es pues “desde esta perspectiva racional es que la Iglesia ve y defiende el derecho a la vida, que no puede ni debe ser atropellado por legislaciones que la amenacen o la aniquilen”.
Por ello, la Iglesia realiza un llamamiento para aprobar legislaciones que promuevan y defiendan la vida. Además, los católicos, recuerda el comunicado, “no podemos prescindir de nuestra fe para valorar el don de la vida y para defenderla de cualquier atropello. El “no matarás” bíblico prevalece siempre ante cualquier ley humana que permita o induzca a eliminar la vida de quienes son los más vulnerables de la sociedad.
El Arzobispo de Acapulco, Mons. Felipe Aguirre Franco afirmó durante el Congreso que el aborto degrada a la sociedad. “Sabemos los sacerdotes el drama de quien se siente responsable por un aborto. El dolor de haber matado a su propio hijo se lleva en toda la conciencia", aseguró Mons. Aguirre Franco. Así mismo recordó que abortar es matar y es un crimen condenado por la ley de Dios y la Constitución de México, "por lo que con leyes permisivas, son miles de niños los asesinados en hospitales, por mentalidad hedonista de partidos que con un disfraz buscan cuidar la salud reproductiva". (RG) (Agencia Fides 16/4/2008 Línea: 37 Palabras: 550)
