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Lujan (Agencia Fides) - El Arzobispo de Mercedes-Luján y segundo Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Agustín Radrizzani, pidió a la Virgen de Lujan durante la misa celebrada ayer en la Basílica, que los argentinos “encontremos la manera, venciendo el egoísmo, de superar toda inequidad, para que no suceda entre nosotros que unos tienen demasiado y otros pasan hambre, que nadie se vea excluido y todos puedan llevar una vida digna”.
Los Obispos que participan en la 95ª Asamblea Plenaria se trasladaron al Santuario para pedirle a la Virgen por el pueblo argentino “especialmente por los más pobres, débiles y sufrientes”, Mons. Radrizzani rogó para que los argentinos “aprendamos a favorecer y cultivar la disposición al diálogo genuino en la verdad y el respeto entre las personas y los distintos sectores, como camino indispensable en la búsqueda del bien común", y cultivemos la convicción de que "sentarse a dialogar no es reunirse para prevalecer o imponer, o convencer al otro".
“El diálogo es fecundo - continuó el Arzobispo de Lujan - cuando cada uno se pone en el lugar del otro y llegan a un acuerdo, a un punto común, aunque no se logre todo lo que cada uno quiere, pero todos salen enriquecidos por haber buscado, con sinceridad y desprendimiento, la verdad”,.
La misa, en la que se rezó la Oración por la Patria, fue concelebrada por el Cardenal Jorge Bergoglio, Arzobispo de Buenos Aires; Mons. Luis Villalba, Arzobispo de Tucumán; el Cardenal Estanislao Karlic, arzobispo emérito de Paraná, y Mons. Mario Maulión, Arzobispo de Paraná. Participaron, además, casi un centenar de Prelados de todo el país.
Monseñor Radrizzani rogó a la Virgen que “nos ayude a defender los derechos de cada provincia y de cada pueblo. Que logremos afianzar las instituciones democráticas de la República, según nuestra Constitución. Esta es nuestra Carta Magna como argentinos y es la mejor garantía para que todos se vean respetados e incluidos en nuestro querido suelo patrio”.
“Anhelamos -dijo en la oración- un proyecto de nación en el que cada argentino se sienta valorado y respetado en su dignidad, y nuestra comunidad nacional goce de una auténtica y pacífica convivencia donde logremos superar toda mezquindad y con corazón magnánimo, veamos siempre en el otro a un hermano”.
Continuando con los trabajos de la Asamblea Plenaria, el Presidente de la Comisión Episcopal para las Migraciones y Turismo, Mons. Rubén Oscar Frassia, obispo de Avellaneda-Lanús, presentó un informe sobre la problemática de la movilidad humana, a la que consideró “un reto insoslayable para los gobiernos y sus pueblos.” Tras recordar que “los migrantes deben abandonar su tierra a causa del hambre, de la enfermedad y de las diversas formas de persecución ideológica, étnica, religiosa y cultural”, estimó necesario considerar las migraciones de los países limítrofes, las continentales y las migraciones internas en nuestro propio país.
El prelado aseguró que “corresponde a los gobiernos regular los flujos migratorios respetando la dignidad de las personas y las necesidades de sus familias, teniendo en cuenta las exigencias de las sociedades que acogen a los inmigrantes”. Afirmó también que “es necesario un análisis de la realidad, considerando todas las variables: el contexto de la globalización y sus consecuencias humanas, la crisis de la gobernabilidad de las migraciones, la situación de los países de América Latina, el proyecto de regularización del MERCOSUR y, a nivel de legislación migratoria, la necesidad de que una nueva ley de migraciones se encuadre en políticas consensuadas entre los actores sociales.”
Mons. Frassia afirmó que este tema “representa un desafío para toda la sociedad que esta llamada a dar una respuesta. En el encuentro ha participado también Mons. Agostino Marchetto, Secretario del Consejo Pontificio de la Pastoral para los Emigrantes e Itinerantes, quien ha presentado un amplia relación sobre el tema. (RG) (Agencia Fides 10/4/2008 Líneas: 49 Palabras: 663)
