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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – En la tarde del lunes 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Beata Virgen Maria, el Santo Padre Juan Pablo II se acerco a la Plaza de España para rendir homenaje a la estatua de la Inmaculada. Durante una breve liturgia de la Palabra, el Santo Padre pronunció una sentida invocación a la Virgen “Reina de la paz” confiándoles la suerte del mundo y dela humanidad.
“Estoy aquí con ellos para comenzar el camino hacia el 150 aniversario del dogma que hoy celebramos con alegría filial” dijo el Papa recordando que en el 2004 se produce el 1501 aniversario de la proclamación del dogma de a Inmaculada Concepción de María (1854) que hizo el Papa Pío IX. “A Ti se dirige nuestra mirada con más fuerte intensidad, a Ti recurrimos con más insistente confianza en estos tiempos marcados por no pocas incertidumbres y temores por la suerte presente y futura de nuestro Planeta” prosiguió el Santo Padre invocado a la Virgen para que “Escucha el grito de dolor de las víctimas de las guerras y de tantas formas de violencia, que ensangrientan la tierra. Disipa las tinieblas de la tristeza y de la soledad, del odio y de la venganza. ¡Abre la mente y el corazón de todos a la confianza y al perdón!”
El Santo Padre concluyó la oración con una ferviente invocación a María para que obtenga a la humanidad el don de la paz: “Madre de misericordia y de esperanza, obtén para los hombres y mujeres del tercer milenio el don precioso de la paz: paz en los corazones y en las familias, en las comunidades y entre los pueblos; paz sobre todo para aquellas naciones donde se sigue combatiendo y muriendo diariamente. Haz que todos los seres humanos, de todas las razas y culturas, encuentren y acojan a Jesús, venido sobre la Tierra en el misterio de Navidad
para darnos “su” paz”.
(SL) (Agencia Fides 9/12/2003 Líneas: 29 Palabras: 372)
